CIUDAD DEL VATICANO, martes 1 de junio de 2010 (ZENIT.org).- Piezas con casi 1.000 años de historia, capiteles de columnas, pergaminos, videos y reconstrucciones en tercera dimensión, son algunas de las obras que pueden verse en la exposición denominada Compostela e l’ Europa. La storia di Diego Gelmírez. (Compostela y Europa, la historia de Diego Gelmírez n.d.t) inaugurada hoy en el brazo de Carlomagno de la plaza de San Pedro.
La muestra, que se presenta del 3 de junio al 1 de agosto, se realiza con motivo del Año Xacobeo, o el año Jubilar en Santiago de Compostela (que se realiza cada vez que el 25 de julio, día de Santiago el Mayor, cae en domingo).
La exposición se encontraba anteriormente en el Musée des Monuments en París y recibió a cerca de 13.000 visitantes. A partir del 18 de agosto podrá apreciarse en Santiago de Compostela. Se trata de la primera propuesta expositiva realizada de este importante centro de peregrinación, en torno a su primer obispo Diego Gelmírez. Busca ilustrar al público la importancia de este personaje para la historia de Galicia y también para la construcción de la Europa románica.
Presenta 40 piezas del arte románico con dos audiovisuales sobre los viajes de Diego Gelmírez. Además de tres reconstrucciones virtuales tridimensionales sobre monumentos que hoy se han perdido: las Torres de Oeste, la roca de la Iglesia compostelana sobre la costa galiciana y la puerta norte o la Francigena, así como el altar mayor de la Catedral de Santiago.
La exposición cuenta con el apoyo de la Sociedad A Xestion do Plan Xacobeo, el Ministerio de Cultura español y la Xunta de Galicia, entre otros colaboradores.
Episcopado fructífero
Diego Gelmírez (1070? – 1140) fue el primer arzobispo de Santiago de Compostela. Su obra fue fundamental para la construcción de la catedral donde, según la tradición, yacen los restos de Santiago el Mayor. Gracias a su largo recorrido a caballo entre los siglos XI y XII, promovió el Camino de Santiago elevando este santuario a uno de los principales centros de peregrinación del cristianismo.
Manuel Castiñeiras, comisario de esta muestra lo catalogó como un “viajero incansable que hizo, hace más de novecientos años, las vías de peregrinación de Compostela a Roma, buscando promover su catedral, el culto al apóstol Santiago y a su diócesis”.
El recorrido
El espectador podrá apreciar esta muestra en nueve sesiones diferentes. Las primeras dos, denominadas Ira Flavia, la tierra natal y Galicia trema bajo Diego Páez que muestran, a través de una reconstrucción imaginaria en tercera dimensión el complejo arquitectónico denominado Torres del Oeste, donde Gelmírez pasó sus primeros años de vida. Pueden verse junto con una copia de capiteles fundacionales de la Capilla del Salvador, que muestra así el inicio de los labores de la catedral.
Luego está la tercera sesión denominada Una carrera deslumbrante: de Galicia a Roma. Donde se muestra, por medio de un audiovisual, los viajes de Gelmírez por Europa: recorriendo el camino de Santiago, pasando por los monasterios de Cluny en Francia y viajando por Italia y Portugal.
También pueden apreciarse allí varias joyas del arte románico y muestran cómo por medio de ellas se instauró un diálogo al inicio del siglo XII con los grandes centros creativos europeos.
En la sesión La edad del oro en la Catedral de Santiago donde se recrea, por medio de una reconstrucción en tercera dimensión, algunos monumentos, hoy destruidos como Puerta Francigena – la actual fachada de la Azabachería – o el altar mayor, junto con otras piezas.
La muestra concluye con una sesión denominada La memoria escrita por un genio que busca conmemorar la imagen de Gelmírez y lo que han hecho sus sucesores por este importante destino de peregrinación.
El camino de Santiago fue reconocido en 1987 como el primer itinerario cultural europeo y en 1993 fue declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.
Según la tradición, los restos de Santiago, quien fue martirizado en Palestina, fueron trasladados a España, lugar donde había desempeñado parte de su obra apostólica. Su tumba fue descubierta en un bosque en el año 800 por un ermitaño llamado Pelayo, en un lugar denominado Campus Stella, de donde deriva el nombre Compostela.
Algunos estudios arqueológicos realizados durante el siglo XX han descubierto un mausoleo dentro de una necrópolis cristiana, romana y germánica, entre los siglos I y VII. Estos datos han encajado con la tradición del hallazgo de la tumba del apóstol. Allí se construyó la primera iglesia dedicada en su honor que da lugar a la actual catedral.
Por Carmen Elena Villa