CIUDAD DEL VATICANO jueves, 3 de junio de 2010 (ZENIT.org).- "Es horrible", un "hecho horrible", "increíble", "estamos conmocionados". Con estas palabras comenta el padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, el asesinato en Turquía del obispo Luigi Padovese, religioso capuchino, vicario apostólico de Anatolia y presidente de la Conferencia Episcopal de ese país, de 63 años.
Según las primeras versiones de los órganos de información de Turquía, monseñor Padovese fue agredido en su casa de Iskenderun con arma blanca por su chófer, Murat Altun."Se trata de una noticia horrible que nos deja profundamente desconcertados y obviamente llenos de dolor. Monseñor Padovese ha sido una persona que ha tenido grandes méritos en el testimonio de la vida de la Iglesia en Turquía, ha sido una persona entregada al Evangelio, valiente", aclara el padre Lombardi.
"Hay que comprender mejor las circunstancias y los motivos de esta muerto, pero está claro que ha sido una vida entregada al Evangelio", subraya el portavoz vaticano.
"En víspera de un viaje del Papa a Oriente Medio para alentar a las comunidades que viven en esa región, este hecho da a entender profundamente que es totalmente urgente y necesaria la solidaridad y el apoyo de la Iglesia universal a favor de estas comunidades cristianas".
El padre Lombardi llamó por teléfono a sor Eleonora Stefano, religiosa franciscana de la Inmaculada Concepción, asistente y secretaria durante 22 años de monseñor Padovese, quien ha explicado que el obispo había ido a una casa de trabajo, que utilizaba a unos kilómetros de su sede, y allí fue asesinado por Altun, de origen curdo, quien no sólo era chófer, sino que además le asistía en otras labores.
"Sor Eleonora testimonia que Altun había dado señales de depresión y confusión desde hace unos días y que ya en el pasado había tenido síntomas de desequilibrio mental. Por tanto, parecen excluirse totalmente motivos políticos ligados a las tensiones recientes", informa el padre Lombardi.
"Lo que ha sucedido es terrible, sobre todo si se piensa en otros hechos sangrientos de Turquía, como el asesinato del padre Andrea Santoro", sacerdote italiano asesinado en febrero de 2006 en Trebisonda.
"Recemos para que el Señor recompense su gran servicio a la Iglesia y para que los cristianos no se desalienten y, siguiendo su testimonio tan fuerte, sigan profesando su fe en la región", concluye el portavoz.
Nacido en Milán, el 31 de marzo de 1947, Luigi Padovese entró en la Orden de los Frailes Menores Capuchinos a los 18 años, y en 1973 fue ordenado sacerdote. El 11 de octubre de 2004 fue nombrado por Juan Pablo II vicario apostólico en Iskenderun de Anatolia, después de haber sido profesor de patrística en la Universidad Pontificia Antonianum de Roma durante 16 años y director del Instituto de Espiritualidad de esa misma universidad. Ha sido consejero de la Congregación de las Causas de lo Santos.