JERUSALÉN, viernes 11 de junio de 2010 (ZENIT.org).- El patriarca latino de Jerusalén, monseñor Fouad Twal, pidió que se levante el bloqueo a Gaza, que dificulta la vida de las personas.
“Hay que levantar el bloqueo a Gaza -afirmó, en una entrevista publicada por Caritas este viernes-. Ningún pueblo debería sufrirlo”.
“La ocupación nos impide tener una vida normal, poder desplazarnos libremente para ir al trabajo, al hospital o a la iglesia como todo el mundo -explicó-. Esto no es vida”.
“Nosotros sólo queremos ser un pueblo como los demás, no queremos obtener privilegios -añadió-. El conflicto dura desde hace décadas y la gente está cansada”.
Según el patriarca, “en la franja de Gaza los problemas son vastos; hay muchas personas marcadas por la guerra y está lleno de casas destruidas”.
Para ayudarlas, Caritas trabaja en el ámbito de los servicios sociales, de la salud y de la educación, con la ayuda de una “solidaridad mundial con Jerusalén”.
En este sentido, monseñor Twal señaló que “recibimos mucha ayuda y la necesitamos, pero lo que más necesitamos todavía no lo hemos conseguido: se trata de la paz”.
“La ayuda que recibimos es como la aspirina -explicó-. Nos alivia, pero no es una solución duradera”.
El patriarca latino de Jerusalén explicó que “la nueva generación, los jóvenes palestinos e israelíes, ha nacido en un clima de violencia y ha crecido bajo la violencia de la ocupación”.
“Sólo conocen la violencia -explicó-. ¿Cómo van a considerar una situación de paz?”.
Monseñor Twal considera que “hay una gran responsabilidad que los líderes religiosos y políticos deben asumir”.
“Todos deben preguntarse lo que pueden hacer para dar a conocer la paz a esta nueva generación”, afirmó.
Sobre el asalto a la flotilla humanitaria que se dirigía a Gaza, el pasado 31 de mayo, el patriarca considera que la situación corre el riesgo de empeorar en Tierra Santa.
“Nosotros condenamos toda forma de violencia y queremos que todos puedan vivir juntos, libres y felices, todos sin excepción, ya sean musulmanes, judíos o cristianos”, explicó.
“Cualquier acto en contra del diálogo no sirve a la paz, sin importar quién lo cometa”, añadió.
El patriarca también habló sobre los esfuerzos del Gobierno de los Estados Unidos para relanzar las negociaciones entre israelíes y palestinos, asegurando que “rezamos para que las negociaciones tengan éxito”.
Sin embargo, reconoció que “la situación no se anuncia favorable a las negociaciones”.
El patriarca también mostró su disposición de “contribuir a la aproximación de los pueblos a través de los proyectos que llevamos a cabo con Caritas en los territorios ocupados”.
En efecto, Caritas trabaja en los territorios palestinos ocupados desde la Guerra de los Seis Días de 1967.
“Sí, la violencia continúa -afirmó-, pero nuestra caridad continúa también. Nuestras escuelas y nuestros hospitales permanecen abiertos; personalmente, yo creo mucho en la educación”.
En este sentido, destacó que “en nuestras escuelas, los niños juegan juntos, comen juntos, rezan juntos; éste es el mejor diálogo que existe, la mejor manera de abrirse”.