KIRKUK, martes 8 de junio de 2010 (ZENIT.org).- Un hombre de 34 años, casado y padre de una niña y propietario de una tienda de teléfonos móviles del centro de Kirkuk, fue asesinado este lunes en la ciudad iraquí.
Los disparos de una arma de fuego causaron la muerte a Hani Salim Wadi' sobre las nueve de la noche, explicó un testigo ocular del crimen a la agencia AsiaNews.
La comunidad cristiana teme una nueva espiral de la violencia, ya que considera que los cristianos son de nuevo objetivo de ataques. En la ciudad de Kirkuk se respira un clima de inseguridad.
El norte del país -en Kirkuk y Mosul- ha sido durante mucho tiempo escenario de ataques dirigidos contra la comunidad cristiana, en el centro de una lucha de poder entre árabes, kurdos y turcomanos.
Desde hace tiempo, los fieles denuncian una persecución que se produce ante la indiferencia general.
Los cristianos están convencidos de que tras los ataques hay precisos planes políticos: la creación de un enclave cristiano en la llanura de Nínive.