CIUDAD DEL VATICANO, viernes 3 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- El Papa Benedicto XVI tiene grandes esperanzas en la reanudación de las negociaciones entre judíos y palestinos en Washington, pues el único camino para la paz es el diálogo.
Así lo explica el director de la Oficina de Información de la Santa Sede, analizando la visita de ayer del presidente Simon Peres en el último editorial del semanario “Octava Dies”, del Centro Televisivo Vaticano.
El presidente de Israel, Simon Peres, visitaba ayer al Papa en Castel Gandolfo, y ambos expresaban su esperanza de que se llegue por fin a una solución pacífica que respete “las legítimas aspiraciones de los pueblos”.
Esta visita, subraya el padre Lombardi, tuvo lugar “precisamente mientras comenzaban en Washington los coloquios directos entre israelíes y palestinos, bajo los auspicios de la Administración americana”.
El Papa “manifestó a Simon Peres la intensa esperanza, suya y de toda la Iglesia, por el éxito de las negociaciones, de cara a una paz estable en Tierra Santa y en toda la Región, sobre la base de un acuerdo respetuoso de las legítimas aspiraciones de ambos pueblos”, afirma el portavoz vaticano.
En este sentido, subraya Lombardi, “a nadie se le oculta la dificultad de esta empresa, tras tantos intentos fracasados y en un contexto en el que muchos actúan – no sólo de palabra, sino también con la violencia – para hacer fracasar también éste”.
Sin embargo, subraya, el camino del diálogo “sigue siendo el único para construir a la larga un futuro de paz en la justicia, que es en realidad a lo que todos aspiran, aunque los sufrimientos o el odio les hayan oscurecido la vista”.
“Es el camino que la Iglesia ha indicado siempre, con constancia y paciencia, y que también el papa Benedicto anunció valientemente en su inolvidable viaje del año pasado, también después de la terrible crisis de Gaza”.
A este “valor paciente” del Papa, señala el padre Lombardi, daba ayer un “extraordinario testimonio” la dedicatoria que el presidente Peres compuso personalmente para el regalo que ofreció al Papa, una menorah de plata.
En este candelabro de siete brazos, antiquísimo objeto ritual judío, copia del que una vez estuvo en el templo de Salomón y que hoy es también el símbolo del Estado de Israel, según revela Lombardi el presidente Peres había añadido esta inscripción: “A Su Santidad el Papa Benedicto XVI, el Pastor que se empeña en conducirnos a los campos de la bendición y a los campos de la paz. Con gran afecto”.
“Al compromiso de los políticos le acompaña por tanto el compromiso de las grandes autoridades morales y religiosas”, concluye el padre Lombardi en su editorial. “¿Llegará finalmente la paz? Todos debemos comprometernos en esta dirección”.