LAHORE/SRINAGAR, martes 14 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- Al menos 18 muertos, unos 80 heridos y varias escuelas cristianas atacadas, es el balance tras los disturbios desatados durante el fin de semana en la región india de Cachemira y el Punjab.
La ola de violencia se ha producido, a raíz de la retransmisión, por parte de un canal iraquí, de imágenes de copias del Corán siendo quemadas.
A pesar de que las autoridades han declarado el toque de queda y de que la policía ha actuado con contundencia, la tensión en la región sigue siendo altísima, y se teme una nueva ola de violencia anticristiana en la zona, según informa hoy Radio Vaticano.
Los ataques anticristianos se han extendido también al Punjab paquistaní. Estas zonas, mayoritariamente musulmanas, son fuente de conflicto entre India y Paquistán, que reclama este territorio. Concretamente, desde junio pasado se está produciendo una fuerte ola de protestas independentistas.
De hecho, las autoridades indias han reaccionado con contundencia ante los disturbios, disparando sobre una multitud que pretendía quemar la Good Shepherd School, católica, de Pulwama.
Otras escuelas protestantes han sufrido también intentos de ataques, la Christ School y la Christ Mohalla School en Pooch Jammu, según informa Asianews.
El embajador norteamericano en Nueva Delhi, Timothy J. Roemer, se apresuró a afirmar en un comunicado de que la profanación del Corán es un acto “irrespetuoso, intolerante, desintegrador y no representativo de los valores norteamericanos”, al tiempo que condenaba los ataques a las escuelas.
Por su parte, monseñor Peter Celestine, obispo de Jammu-Srinagar, expresó a Asianews su preocupación por la nueva ola de violencia, alentada muy probablemente por elementos radicales islámicos infiltrados en la zona.
De hecho, explicó el obispo, los católicos “siempre hemos tenido relaciones cordiales con nuestros hermanos islámicos y con las autoridades”, y de hecho, el líder separatista Syed Ali Shah Geelani condenó ayer los ataques a las escuelas.
“Estoy profundamente entristecido por esta muchedumbre incitada a la violencia. Nuestra comunidad cristiana es una micro-minoría (el 0,0014% de la población) y somos pacíficos y tolerantes”, lamentó el prelado.
Por otro lado, en el vecino Paquistán, los extremistas islámicos han amenazado con atacar los lugares de culto cristianos en todo el país si el Corán es profanado.
La noche del 12 de septiembre, una granada explotó ante la puerta principal de la Sarhadi Lutheran Church en Mardan, según informa Ucanews. El obispo luterano Peter Majeed lamentó lo sucedido, y ha pedido más medidas de seguridad.
Por su parte, el cardenal Oswald Gracias, presidnete de la Conferencia Episcopal India, mostró la “firme condena” por parte de los católicos ante cualquier profanación del Corán, recordando que este tipo de gestos “no son lo que Jesús nos ha enseñado”.
“Nuestro dolor es grande”, afirmó el purpurado, compartiendo “la consternación de mis hermanos y hermanas musulmanas”. “Estamos con vosotros y construimos juntos una India más fuerte”, añadió.