CASTEL GANDOLFO, domingo 26 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- Benedicto XVI considera que la organización del trabajo -como mera búsqueda del beneficio- y la concepción actual de la fiesta -como oportunidad de consumo- contribuyen por desgracia a disgregar la familia.

El Papa ha dirigido una carta, publicada este viernes, al presidente del Consejo Pontificio para la Familia, el cardenal Ennio Antonelli, como preparación al VII Encuentro Mundial de las Familias (EMF) que se celebrará en Milán del 30 de mayo al 3 de junio de 2012 sobre el tema La familia: el trabajo y la fiesta.

En esta carta, Benedicto XVI insta a “promover una reflexión y un compromiso dirigidos a conciliar las exigencias y los momentos del trabajo con los de la familia y a recuperar el verdadero sentido de la fiesta, especialmente de la dominical, pascua semanal, día del Señor y día del hombre, día de la familia, de la comunidad y de la solidaridad”.

“En nuestros días, por desgracia -lamenta-, la organización del trabajo, pensada y realizada en función de la competencia del mercado y del máximo beneficio, y la concepción de la fiesta como oportunidad de evasión y de consumo, contribuyen a disgregar la familia y la comunidad y a difundir un estilo de vida individualista”.

El Papa explica que “el trabajo y la fiesta están íntimamente ligados a la vida de las familias: condicionan las decisiones, influyen en las relaciones entre los cónyuges y entre los padres y los hijos, e inciden en la relación de la familia con la sociedad y con la Iglesia”

Citando el libro del Génesis, recuerda que “familia, trabajo y día festivo son dones y bendiciones de Dios para ayudarnos a vivir una existencia plenamente humana”.

En su opinión, “el desarrollo auténtico de la persona incluye tanto la dimensión individual, familiar y comunitaria, como las actividades y las relaciones funcionales, así como la apertura a la esperanza y al Bien sin límites”.

Benedicto XVI destaca que el próximo EMF “constituye una ocasión privilegiada para replantear el trabajo y la fiesta desde la perspectiva de una familia unida y abierta a la vida, bien integrada en la sociedad y en la Iglesia, atenta a la calidad de las relaciones además de a la economía del mismo núcleo familiar”.

También expresa su confianza en que las familias se pongan en marcha hacia este encuentro “Milán 2012” y aprovechen, en 2011, el 30º aniversario de la Exhortación apostólica Familiaris consortio, “'carta magna' de la pastoral familiar”, para organizar iniciativas en el ámbito parroquial, diocesano y nacional.

Finalmente, Benedicto XVI se refiere a los momentos fuertes de este VII EMF: la “Fiesta de los Testimonios”, el sábado por la tarde y la misa solemne del domingo por la mañana.

“Estas dos celebraciones, que yo presidiré, nos mostrarán a todos los reunidos como 'familia de familias'”, dijo.

En el encuentro de familias en Milán están previstas oraciones comunitarias, reflexiones teológicas y pastorales y momentos de fraternidad e intercambio entre las familias acogidas y las del lugar.