Obispos de EE.UU.: su país tiene el “deber moral” de ayudar a Iraq
WASHINGTON, D.C., martes 2 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- “Habiendo invadido Iraq, el Gobierno de Estados Unidos tiene el deber moral de no abandonar a aquellos iraquíes que no pueden defenderse”, afirma una declaración emitida por el cardenal Francis George de Chicago, presidente de la Conferencia de los Obispos Católicos de Estados Unidos.
“Estamos junto a los obispos, la Iglesia y la población de Iraq en su urgente búsqueda de mayor seguridad, libertad y protección”, afirma el purpurado en el texto.
Antes de la intervención militar estadounidense en el país mediooriental, la Conferencia Episcopal americana había manifestado sus dudas morales sobre la operación, pidiendo después una “transición responsable”.
Si bien alabaron “el final de los combates de Estados Unidos en Iraq”, los obispos piden ahora al Gobierno de su país que mantenga su compromiso de trabajar con el Gobierno iraquí para poner fin a la violencia.
Los prelados concuerdan con sus homólogos iraquíes en el hecho de que los Estados Unidos no han conseguido ayudar a los iraquíes a poner en marcha formas definitivas de defenderse y de asegurar condiciones de seguridad, sobre todo hacia los más vulnerables, incluyendo los cristianos, los refugiados y otros grupos minoritarios.
“Aseguramos nuestras oraciones y nuestra solidaridad a los cristianos sufrientes de Iraq en este momento terrible de pérdida y de horrible violencia”, escribe el cardenal George.