HORNACHUELOS, domingo 14 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- Desde la escuela en que la beata Victoria Díez dió sus lecciones de vida a los habitantes de este pueblo de la serranía cordobesa, en Andalucía, España, la actual directora invitaba a celebrar el pasado viernes la fecha natalicia de la titular de este centro socioeducativo. Anunciaba también la celebración de la memoria de la joven maestra en una Exposición, en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Madrid.
Trini Moreno, directora este centro, custodiado por la Institución Teresiana, a la que perteneció Victoria, recuerda que la memoria de la beata estará presente en la JMJ, en agosto de 2011. Será recordada en una Exposición “como mujer joven”, y dentro del Centenario de la Institución Teresiana, que esta asociación eclesial inicia el 11 de enero de 2011, en la catedral de la Almudena, Madrid.
La celebración de la vida de Victoria –en Hornachuelos y en toda la familia eclesial inspirada en el carisma de san Pedro Poveda–, adquiere especial densidad en este pueblo de la serranía cordobesa, en el que entregó la vida por la fe. En esta escuela se conservan, en pinturas y bordados, hechos por ella, y escritos, los recuerdos de esta maestra ejemplar.
La felicitación la transmite Trini Moreno con palabras del obispo emérito José Antonio Infante Florido de Córdoba, gran impulsor de la causa de canonización de la maestra nacida en Sevilla que ejerció también su magisterio en Cheles, Badajoz.
“Mujeres como esta, patrimonio de la Iglesia y de la humanidad, son un mensaje para la defensa del mismo hombre y para la liberación cristiana, cultural, social y religiosa de nuestro pueblo”, (Carta Pastoral, El precio que puso Dios, 21.09.1993).
Victoria Díez Bustos de Molina, joven maestra de pueblo en Hornachuelos (Córdoba) fue fusilada por un grupo de milicianos la madrugada del 12 de agosto de 1936, con apenas 33 años de edad. Juan Pablo II la proclamó beata el 10 de octubre de 1993.
Para entrar en la felicitación del centro sociocultural: www.victoriadiezdesdehornachuelos.com.
Por Nieves San Martín