CIUDAD DEL VATICANO, viernes 1 de julio de 2011 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha pedido las oraciones de los creyentes en este mes de julio por los enfermos de sida.
Esta es la propuesta que hace en las intenciones de oración, contenidas en la carta pontificia que ha confiado al Apostolado de la Oración, iniciativa que siguen casi 50 millones de personas en los cinco continentes.
Cada mes el Papa comparte una intención de oración. En este mes de julio, la intención general es: “Para que los cristianos contribuyan a aliviar el sufrimiento físico y espiritual de los enfermos de SIDA, especialmente en los países más pobres”.
El padre Thuadingoma Antoine, S.J., de AJAN, la red jesuita para HIV/SIDA en África, al comentar la intención de oración explica que “corazón, espíritu mente y alma son una sola realidad con el cuerpo de los hombres y mujeres infectados y afectados por el sida”.
“El corazón se alegra cuando el enfermo experimenta alivio del dolor físico –sigue diciendo el sacerdote desde Nairobi–. Con apoyo de donantes de los países más ricos, los cristianos en los países más pobres inesperadamente logran organizarse para atender a sus prójimos con sida. Lo hacen en pequeños Centros y comunidades cristianas. Cuando en nombre del perdón y la reconciliación se provee asistencia médica a los enfermos de sida, es Cristo quien se hace presente”, aclara
“Paz, caridad, bienestar y perdón son algunos de los nuevos valores del Reino que Él vino a proclamar. Los cristianos confían en Cristo y lo ven como Aquel que escucha al Padre y también las necesidades, esperanzas, gozos, angustias y dolores de los que redimió (Is 50, 4-5)”, añade.
Dice el refrán: “un gramo de prevención vale por un kilo de curación”. Junto con atender a los enfermos hay que tomar medidas preventivas para mantener lejos el contagio. El fundamento para enfrentar la pandemia es la educación. Crecen las pruebas y evidencias que es lo que más protege del contagio. Mientras más entreguemos la necesaria educación, menos sida”.
El Papa también presenta un intención de oración misional. En julio se reza “por las religiosas que trabajan en tierras de misión, para que sean testigos del gozo del Evangelio y signo viviente del amor de Cristo”.