LEÓN, martes 12 de julio de 2011 (ZENIT.org - El Observador).- La arquidiócesis de León, a cuyo frente se encuentra monseñor José Guadalupe Martín Rábago, ante el recrudecimiento de robos y actos sacrílegos en los templos católicos, ha decidido tomar medidas de urgencia, entre las que se encuentran instalar cámaras de video, colocar rejas y protecciones, y cerrar los recintos religiosos al mediodía.

Según reportes de la propia arquidiócesis, prácticamente ninguno de los templos que se encuentran en el centro de la ciudad de León, tanto como los de la periferia, se han salvado de los robos constantes de arte sacro y de las profanaciones.

Según informaron medios locales, el último intento de robo sacrílego ocurrió este fin de semana en la colonia Lomas de Medina, donde el presunto delincuente, un joven de 23 años de edad, murió por asfixia al quedar atorado en una reja en su intento por meterse a la sacristía a través de una rendija de la puerta.

La arquidiócesis de León ha condenado enérgicamente el robo sacrílego. El padre Raúl Villegas Chávez, portavoz de la arquidiócesis, dijo que lamentablemente se ha incrementado el índice de robos contra la Iglesia en lo que va del presente año 

Otro atraco reciente ocurrió el pasado martes 26 de abril en la parroquia de San Juan Diego, ubicada en la colonia León II (al poniente del municipio) cuando el padre Felipe de Jesús Sánchez Méndez fue asaltado a mano armada dentro del templo por una mujer y dos hombres.

Según contó el sacerdote los delincuentes le apuntaron con el arma en la cabeza, lo ataron, le quitaron las llaves de la camioneta y sus objetos personales (reloj y cartera) para después escapar; al parecer entraron por una ventana y también se robaron objetos sagrados, entre ellos la custodia y un copón, tiraron las hostias consagradas; hasta la fecha el robo no ha sido esclarecido.

El portavoz de la arquidiócesis de León lamentó los robos y que la gente hoy en día ya no tenga respeto por el bien ajeno y mucho menos temor de Dios.

Ante la creciente ola de este tipo de robos, la misma arquidiócesis ha recomendado cerrar los templos a la hora de la comida y mantenerlos bajo vigilancia constante, por eso muchos encargados ya han instalado videocámaras en puntos estratégicos.

Tal es el caso del templo de San Francisco de Asís, ubicado en el barrio del Coecillo, donde los robos a casas y de autopartes están a la orden del día.

El rector del templo, el padre Gabriel Castillo Beltrán, informó que el recinto sagrado ya cuenta con un equipo de video para tener mayor seguridad.

El año pasado el templo del Inmaculado Corazón de María, ubicado en la esquina de las calles 20 de Enero y Álvaro Obregón, en la Zona Centro, también fue visitado por delincuentes que lograron llevarse el equipo de sonido, una escalera y un candelabro.