CIUDAD DEL VATICANO, lunes 4 de julio de 2011 (ZENIT.org).- El amor “hace de la vida una obra de arte y de cada hombre un artista extraordinario”. Así lo afirmó hoy el Papa Benedicto XVI, durante la inauguración de una exposición artística en su honor en el Aula Pablo VI.
Con motivo del 60 aniversario de la ordenación sacerdotal del Papa, el pasado 29 de junio, el Consejo Pontificio para la Cultura ha promovido una exposición artística, que podrá visitarse en el Vaticano desde mañana hasta el próximo 4 de septiembre.
Esta exposición, con el título “El esplendor de la verdad, la belleza de la caridad – Homenaje de los artistas a Benedicto XVI por el 60 aniversario de Sacerdocio”, reúne las obras de sesenta artistas, creyentes y no creyentes – 6 arquitectos, 7 fotógrafos, 5 poetas, 6 músicos, 6 orfebres, 18 pintores y 12 escultores.
La ceremonia ofreció al Papa la ocasión de retomar su particular “coloquio con los artistas”, en la línea del anterior encuentro, el 21 de noviembre de 2009, en la Capilla Sixtina.
El encuentro comenzó con la ejecución del “Padre nuestro” del compositor Arvo Pärt, y terminó con la visión de un cortometraje del director Pupi Avati.
Ante los presentes, Benedicto XVI retomó uno de los argumentos de su pontificado, junto al diálogo entre la fe y la razón, que es el de la belleza y su relación con la verdad y el amor.
Recordando sus propias palabras en la misa pro eligendo pontifice, apenas veinticuatro horas antes de su elección como Sucesor de Pedro, el Papa recordó que “En la medida en que nos acercamos a Cristo, también en nuestra vida, verdad y caridad se funden”.
“Es precisamente desde la unión, quisiera decir desde la sinfonía, desde la perfecta armonía de verdad y caridad, de donde emana la auténtica belleza, capaz de suscitar admiración, maravilla y alegría verdadera en el corazón de los hombres”, afirmó.
El mundo “necesita que la verdad resplandezca y no sea ofuscada por la mentira o por la banalidad; necesita que la caridad inflame y no sea superada por el orgullo y por el egoísmo”.
“Necesitamos que la belleza de la verdad y de la caridad alcance lo íntimo de nuestro corazón y lo haga más humano”, añadió.
Renovando su llamamiento a los artistas, el Papa exhortó a “no separar nunca la creatividad artística de la verdad y de la caridad, no buscar nunca la belleza lejos de la verdad y de la caridad, sino que con la riqueza de vuestra genialidad, de vuestro impulso creativo, sed siempre, con valor, buscadores de la verdad y testigos de la caridad”.
“Haced resplandecer la verdad en vuestras obras y haced de modo que su belleza suscite en la mirada y en el corazón de quien las admira el deseo de hacer bella y verdadera la existencia, toda existencia”.
La verdad, enriquecida con el amor, “hace de la vida una obra de arte y de cada hombre un artista extraordinario”, subrayó el Papa.
“La Iglesia y los artistas vuelven a encontrarse, a hablarse, a apoyar la necesidad de un coloquio que quiere y debe llegar a ser cada vez más intenso y articulado, también para ofrecer a la cultura, es más, a las culturas de nuestro tiempo, un ejemplo elocuente de diálogo fecundo y eficaz, orientado a hacer este mundo nuestro más humano y más bello”, concluyó.