CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 21 de julio de 2011 (ZENIT.org).- Tras las duras acusaciones del primer ministro de Irlanda, la Santa Sede ha pedido que el actual debate sobre abusos sexuales cometidos por sacerdotes tenga lugar con objetividad y contribuya a la causa de las víctimas.
El padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información vaticana, respondió a las preguntas de los periodistas tras las duras declaraciones que pronunció contra la Santa Sede este miércolesEnda Kenny.
En un debate parlamentario sobre el Informe Cloyne, el líder del partido Fine Gael acusó al Vaticano de no haber sido de ayuda en las investigaciones gubernamentales sobre estas denuncias, y de haber alentado a los obispos a no denunciar los abusos a las autoridades civiles.
El padre Lombardi, en una declaración oral, anunció que la Santa Sede “responderá de manera oportuna a la pregunta planteada por el gobierno irlandés sobre el informe de la diócesis de Cloyne”.
“En todo caso –añadió el portavoz vaticano–, se espera que el actual debate sobre temas tan dramáticos se desarrolle con la necesaria objetividad, de manera que se contribuya a la causa que debe estar particularmente en el corazón de todos, es decir, la salvaguardia de los niños y de los jóvenes, y la renovación del clima de confianza y de colaboración para alcanzar este objetivo, en la Iglesia y en la sociedad, como deseó el papa en su carta a los católicos de Irlanda”.
Por su parte, el arzobispo de Dublín, monseñor Diarmuid Martin, ha aclarado que la diócesis de Cloyne, si no denunció a las autoridades los casos de abusos de sacerdotes, fue porque actuó contra las normas que había dado el Vaticano, en particular, el cardenal Joseph Ratzinger, en 2001 (Cf. ZENIT 21 de julio de 2011).