LOS NEGRALES, viernes 22 de julio de 2011 (ZENIT.org).- El Papa Benedicto XVI señaló como reto actual el “despertar el alma cristiana y humana en el mundo de la educación, la cultura y la promoción integral de la persona”, en un mensaje dirigido a la asamblea plenaria de la Institución Teresiana.
Este Instituto, fundado en España por el mártir san Pedro Poveda, se encuentra reunido desdeeste martes, 19 de julio hasta el 28 de julio en Los Negrales (Madrid), lugar que alberga las reliquias del fundador san Pedro Poveda y de la sierva de Dios María Josefa Segovia, primera directora general.
En su mensaje, el Papa recuerda que esta Institución, nacida a los pies de la Virgen de Covadonga, es“una idea buena para dar renovado aliento a una vida cristiana exigente y a una generosa misión de evangelizar y humanizar los diversos sectores sociales” que “el Fundador puso en práctica con determinación, dulzura y competencia”.
Concluye invitando a los participantes en la Asamblea a “a renovar con gozo su compromiso de cultivar con esmero en su corazón la presencia de Cristo, según la gran maestra en las cosas del espíritu, santa Teresa, de manera que su vida sea ejemplo en el mundo y sus actividades proyecten en cada ser humano la luz de Dios”.
Por su parte, el presidente del Consejo Pontificio para los Laicos,cardenal Stanislaw Rylko envió otro mensaje a la asamblea, recordando la idea fundacional desan Pedro Poveda, de “una asociación que, al promover la relación entre la fe y la cultura, pudiera contribuir al crecimiento humano y a la transformación social, comprometiéndose así en la construcción de una sociedad justa, solidaria y animada por los valores del Evangelio”.
“La Institución Teresiana quiere ser en nuestros días, a la luz de su primer centenario, una experiencia significativa de acción de gracias, de despliegue de la misión evangelizadora y de renovación en el seguimiento de Cristo”, concluye el presidente del Consejo Pontificio para los Laicos.
La Plenaria de la Institución Teresiana, inaugurada por su directora general, Loreto Ballester, y elarzobispo de Oviedo, monseñor Jesús Sanz Montes, reúne a representantes de treinta países de cuatro continentes.
Nuevos escenarios
En su discurso inaugural, la directora Loreto Ballester, haciéndose eco del próximo Sínodo de los Obispos sobre “La Nueva Evangelización para la transmisión de la fe cristiana” (en 2012), citó algunos nuevos escenarios de evangelización dibujados en el documento de trabajo de esta cita episcopal universal.
Son seis escenarios: cultural, social, medios de comunicación, económico, investigación científica y tecnológica y político.
Para la directora, estos escenarios exigen desarrollar una actitud crítica ante los estilos de vida, estructuras de pensamiento, valores, y lenguajes. El cristianismo moderno, dijo, “debe siempre aprender a comprenderse a sí mismo a partir de las propias raíces y en diálogo con el mundo cambiante”.
Loreto Ballester inquirió: “Institución Teresiana ¿dónde está tu Dios?”. Es una pregunta, dijo, que viene de “nuestros hermanos los hombres y las mujeres de hoy, los jóvenes, los excluidos de nuestras sociedades”. Y la hacen también “quienes con empeño se comprometen en el bien de la humanidad, buscan razones para vivir y esperar”. Estos, dicen, con resonancia bíblica: “Muéstranos a tu Dios, muéstranos tu esperanza”.
Concluyó con una frase de santa Teresa de Ávila que ofreció a la Asamblea como un reto decisivo: “¡Aventuremos la vida!”.
Testimonios de todo el mundo
Es también la resonancia que más caló en el representante americano en la mesa de inauguración de la Asamblea. “Decíamos hoy que América es la aventura, inclusive se vende muchas veces como aventura, y que nos inviten hoy precisamente a lo que somos, da más ganas todavía de participar”, comentó Víctor París.
Gregoria Ruiz, de Asia, dijo sentirse impresionada por “el reto que Loreto Ballester nos hizo de cómo representamos a Dios a la gente de hoy, qué Dios presentamos a la gente en la sociedad de hoy, y especialmente en el mundo de los jóvenes, que tanto lo necesita, y que tenemos que darles como regalo”.
Para Gloria Alonso, pensando en Europa, “la principal resonancia fue la pregunta de cómo damos razón de nuestra esperanza. Para un continente como es el europeo, yo siento que necesitamos fortalecer mucho la esperanza para mantenerlo vivo y dar razón de nuestra fe”.
Berthe Odia comentó que “el discurso fue una acción de gracias por la Obra que Dios ha inspirado a Pedro Poveda”. Loreto Ballester –añadió Berthe–, al aludir “al lema de la memoria y el compromiso quiso citar los orígenes para llegar a los compromisos actuales, y muchas veces nos devolvía el mensaje de Pedro Poveda”.
“La Institución Teresiana es como un regalo para África –explicó–. Es un regalo porque si vemos la situación actual: las injusticias, la marginación, eso nos lleva al tiempo de Pedro Poveda. Y también porque la cultura africana no promueve a la persona, especialmente a la mujer”.
“Nosotros miembros africanos de la Institución tenemos que responder a un gran desafío. No será por la palabra sino por lo que vivimos, tenemos que conciliar lo que vivimos con la palabra, para que realmente seamos instrumentos de evangelización, de transformación con nuestro testimonio de vida, con la lucha por la promoción de la persona humana, la lucha contra la corrupción”.
“Creo que será nuestro testimonio el que atraerá a la gente y hará que, en los lugares donde vivimos, se pregunten qué hay de especial en nosotros, y así podremos contribuir al desarrollo de la Institución y a su arraigo en África”.
La intensa jornada siguió con una eucaristía presidida por el arzobispo de Oviedo.
En la homilía, monseñor Sanz Montes recordó cómo “a la sombra de nuestra Santina”, Pedro Poveda recibió este carisma “para la Iglesia de Dios”. Subrayó que los santos no añaden nada al Evangelio sino que reciben la misión de “reparar”. “Un santo es alguien que recuerda una palabra ya dada y la reestrena, la vuelve a pasar por el corazón”.
Pedro Poveda –dijo- se inscribe en “toda esa pléyade de santos cristianos” que han ido surgiendo en cada época. “Los primeros cristianos cambiaron el mundo desde el espectáculo de la santidad”, en un ambiente decadente.
Y lanzó una pregunta: ¿Cómo poder expresar la fidelidad a Jesucristo en la Iglesia y para el mundo?. Una fidelidad que –dijo- supera la tentación de refugiarse en el pasado con nostalgia o en un futuro que no ha llegado todavía. Invitó al “realismo humilde de vivir el presente”. Citó a Juan Pablo II que invitaba a una “fidelidad creativa”.
Esta asamblea continúa sus trabajos en este lugar relicario de los cien años de vida de la Institución Teresiana.
El día 28 de julio, fiesta litúrgica de san Pedro Poveda, afluirán a este centro de espiritualidad y estudio, asociados, amigos, familiares y colaboradores de la Institución Teresiana para celebrar la conclusión de este evento.
Para saber más: www.institucionteresiana.com