CIUDAD DEL VATICANO, domingo 24 de julio de 2011 (ZENIT.org).- Para disfrutar de las vacaciones, Benedicto XVI recomienda cultivar la amistad con Dios y con los demás, la admiración de la naturaleza y del arte.
El padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, ha recogido los consejos que en los últimos domingos ha ido dejando el papa, con motivo del Ángelus, a quienes pueden disfrutar en este verano boreal de un período de vacaciones.
Ante todo, el pontífice ha invitado “a tratar de utilizar estos días para vivir de una manera nueva las relaciones con los demás y con Dios. Si se puede interrumpir el ritmo cotidiano frenético o afanoso, es bueno tomar un poco de tempo para los demás y para el Señor”.
En concreto, “el papa sugiere también llevar en la propia maleta la Palabra de Dios, en particular el Evangelio”, recuerda el padre Lombardi en el editorial del último número de “Octava Dies”, semanario del Centro Televisivo Vaticano.
El domingo sucesivo, el obispo de Roma invitó a contemplar la creación a nuestro alrededor, a admirar la belleza y estremecerse ante la maravilla que hace presentir la presencia y la grandeza del Creador.
“Es un don magnífico, que hay que observar con la atención con la que la observaba Jesús, que sabía interpretar el lenguaje y los signos. Un don que hay que respetar, custodiar, proteger, del que somos responsables ante Dios, ante los demás, ante la humanidad del futuro”, sigue aclarando el padre Lombardi.
Finalmente, el Papa ha invitado a los viajeros y peregrinos veraniegos a descubrir con curiosidad inteligente y profunda los monumentos de la historia cristiana como testimonios de cultura y de fe, auténtico patrimonio espiritual de lazos con nuestras raíces, lugares – como las catedrales o las abadías – en los que la belleza ayuda a reconocer la presencia de Dios.
Al contemplar estos lugares de sorprendente belleza, recuerda su portavoz, Benedicto XVI “invita a la oración por la humanidad en camino en el tercer milenio”.
Este domingo, 24 de julio, hablando en francés, el papa añadió un nuevo consejo, a los ya recogidos por el padre Lombardi.
Invitó “a aprovechar este período de vacaciones para buscar a Dios y pedirle que nos libere de todo los que nos estorba inútilmente”.
“Pidamos por tanto un corazón inteligente y sabio que sepa encontrarle”, concluyó el pontífice.