CASTEL GANDOLFO, domingo 24 de julio de 2011 (ZENIT.org).- Desde el palacio apostólico de Castel Gandolfo, su residencia veraniega de este año, el Papa Benedicto XVI quiso enviar un afectuoso saludo a los fieles de Les Combes, localidad donde veraneó hace dos años.
El Papa quiso hacerse así presente en la celebración de bendición del recién reformado hotelito “Juan Pablo II”, que presidió hoy el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado.
Benedicto XVI quiso agradecer especialmente su presencia al cardenal Bertone, quien acudió a presidir la ceremonia a pesar de la reciente muerte de su hermano (ver www.zenit.org/article-39996?l=spanish).
Asimismo, el Papa quiso agradecer a los salesianos, propietarios del hotelito, así como a las autoridades y a losbenefactores que han contribuido a las obras de reforma.
“Recuerdo con particular afecto el tiempo transcurrido en ese lugar encantador, plasmado por el amor de Dios Creador y santificado por la presencia del Beato Juan Pablo II”, afirmó el Papa.
El foyer (hotelito), que desde hoy lleva el nombre de Juan Pablo II, es una bonita construcción estilo alpino situada en el valle de Introd en Val D’Aosta (Italia).
En él veraneó en tres ocasiones (2005, 2006 y 2009) el Papa Benedicto XVI. Era uno de los lugares preferidos de su antecesor, Juan Pablo II, que estuvo en él en diez ocasiones.
Tiempo libre
En su homilía hoy, durante la bendición del hotelito, propiedad de los salesianos, el cardenal Bertonequiso dedicar unas palabras a la importancia del tiempo libre, vivido junto a la naturaleza, en la vida de la persona.
San Juan Bosco, subrayó el purpurado, propuso en su época “una original ‘Liga’ en favor de los trabajadores, afirmando, entre otros, el derecho al descanso y al tiempo libre, además del derecho a la instrucción y a la exigencia de recomposición de la familia como célula fundamental de la sociedad”.
“Los salesianos favorecieron el ocio y el descanso para los jóvenes, y por tanto para sus familias, con la creación de numerosas colonias diseminadas por todas partes, una de ellas aquí en Introd”.
Concluyó recordando las palabras que Juan Pablo II dirigió a los jóvenes durante la JMJ del año 2000: “En realidad, es a Jesús a quien buscáis cuando soñáis la felicidad; es Él quien os espera cuando no os satisface nada de lo que encontráis; es Él la belleza que tanto os atrae; es Él quien os provoca con esa sed de radicalidad que no os permite dejaros llevar del conformismo; es Él quien os empuja a dejar las máscaras que falsean la vida; es Él quien os lee en el corazón las decisiones más auténticas que otros querrían sofocar”.