LIMA, viernes 29 de julio de 2011 (ZENIT.org).- El presidente de la Conferencia Episcopal de Perú, monseñor Miguel Cabrejos hizo un llamamiento al nuevo presidente de la República Ollanta Humala y a los 130 congresistas para que trabajen en una gestión concertada, eficiente y honesta por el desarrollo integral de los peruanos.
“El desarrollo debe ser integral y focalizado en los servicios de salud, nutrición, agua, educación, vivienda y seguridad ciudadana”. Igualmente es tarea fundamental “la generación de oportunidades para aquellos que nunca las han tenido”, dijo monseñor Cabrejos, según informa la página web de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP).
Mediante un comunicado, el presidente de la CEP expresó también su fraterno y patriótico saludo por el 190 aniversario de la Independencia Nacional, sobre todo porque estas fiestas patrias marcan el inicio de un nuevo gobierno y de un nuevo parlamento.
Agregó que el presidente electo, Ollanta Humala; y los 130 nuevos legisladores tienen en sus manos el futuro de treinta millones de peruanos que esperan una verdadera vocación democrática y una “gestión concertada, eficiente y honesta”.
El prelado recordó que el papa Benedicto XVI ha expresado que “proteger el entorno natural para construir un mundo de paz es un deber de cada persona”, y por eso consideró también que los peruanos debemos proteger la creación.
«El diálogo, el consenso y la tolerancia son fundamentales para construir un Perú con paz y progreso, y así evitar mayores conflictos sociales”.
El representante de los líderes eclesiales subrayó también la importancia de promover el progreso y el desarrollo, optando por la vida y la familia, ya que la apertura a la vida siempre debe estar en el centro del verdadero desarrollo.
El obispo de Trujillo también formuló votos para reforzar valores fundamentales como democracia, estado de derecho, bien común, justicia, verdad, responsabilidad e inclusión social, y el respeto y la promoción de los derechos humanos de todos los peruanos, especialmente de los más desfavorecidos.
“Desde nuestra fe en Cristo resucitado –concluye el mensaje–,reafirmemos la confianza en todos nosotros para hacer de nuestra Nación peruana un país grande, solidario y unido. Que Perú en esta nueva etapa que iniciará el 28 de julio sea símbolo de paz y progreso, con miras a seguir construyendo un futuro lleno de progreso y esperanza”.