JERUSALÉN, jueves 12 enero 2012 (ZENIT.org).- Al término de su encuentro, la Coordinación para Tierra Santa hizo público, este jueves 12 de enero, un comunicado tras su anual visita a la tierra de Jesús, realizada del 8 al 12 de enero.

Esta organización de obispos se reúne en Tierra Santa desde 1998 con obispos locales y la comunidad católica, así como con autoridades políticas y líderes de religiosos de otras confesiones, para, como recuerda el comunicado, “manifestar nuestra solidaridad con la comunidad cristiana local y compartir la vida pastoral de la Iglesia local”.

El mensaje ha sido hecho público por el Consejo de Conferencias Esiscopales Europeas (CCEE).

“Mientras la fe que vemos entre los cristianos en Tierra Santa es para todos nosotros un ejemplo, hemos percibido muchas veces y visto con nuestros propios ojos que la ocupación y la inseguridad, el miedo y la frustración dominan la vida de las personas en esta tierra”.

“Culpar al otro –añaden- es una abdicación de responsabilidad y un fracaso de la autoridad, la autoridad que necesitan las personas desesperadamente”.

“Hemos percibido esto y hacemos nuestra esta convicción: ser pro israelí es también ser pro palestino. Significa por tanto estar por la justicia para todos. El fruto será una paz duradera”.

Los obispos visitantes reconocen “la importancia de la reanudación del diálogo entre la Autoridad Palestina e Israel”. “Hagamos eco a las palabras del papa Benedicto XVI dirigidas al cuerpo diplomático el 9 de enero cuando expresó la esperanza de que este diálogo 'prosiga a fin de que se llegue a una paz duradera que garantice el derecho de aquellos dos pueblos a vivir en seguridad en estados soberanos y dentro de fronteras seguras e internacionalmente reconocidas".

Urgente llegar a un acuerdo negociado

Este diálogo, según los obispos de la Coordinación para Tierra Santa está “amenazado y comprometido por el extremismo y la intolerancia hacia los otros, cuyos signos son demasiado evidentes en las actitudes, juicios y acciones de demasiados en el mundo de hoy”.

Esto, añaden, “es una preocupación para ambas partes y apelamos a la tolerancia y a un liderazgo creativo y valiente, capaz también de mostrar perdón y humildad, y de promover una pacífica coexistencia”.

A pesar de los graves problemas que han escuchado y visto este año, informan los firmantes del mensaje, “nuestra fe nos da esperanza y hay signos de esperanza”.

Entre estos signos de esperanza recuerdan: la Asamblea de las Iglesias para el Sínodo de Medio Oriente, el aumento de los peregrinos, la cooperación interreligiosa vista en Galilea ejemplo para todos, los proyectos de vivienda del Patriarcado y de la Custodia de Tierra Santa, los esfuerzos humanitarios en el campo de la educación y la cultura de las organizaciones católicas para sostener a las comunidades locales.

Los firmantes del mensaje apoyan y animan todas estas iniciativas. Y subrayan que sobre todo su esperanza se nutre “del testimonio constante de las comunidades cristianas que hemos encontrado y con las que hemos celebrado nuestra fe en Gaza, Nablus, Jerusalén y en Galilea”. Reconocen también “los progresos registrados en la negociación entre la Santa Sede e Israel que hace esperar “en una solución cercana”.

“Los líderes políticos de las dos naciones necesitan mostrar valor, determinación y creatividad con el fin de concretar las esperanzas de la mayoría en llegar a hacer realidad una pacífica coexistencia en fidelidad a su ser judíos, cristianos y musulmanes”.
Y concluyen pidiendo la bendición de Dios para “todos los pueblos de la Tierra Santa”.

Firman el comunicado los arzobispos y obispos Patrick Kelly, de Liverpool, Inglaterra y Gales; Riccardo Fontana, de Arezzo-Cortona-Sansepolcro, Italia; Richard Smith de Edmonton, Canadá; Joan-Enric Vives, de Urgel, España; Gerald Kicanas, de Tucson, Estados Unidos; Heinrich Mussinghoff, de Aachen, Alemania; Michel Dubost, de Evry, Francia; Pierre Burcher, de Reikiavik, Conferencia de obispos escandinavos; y William Kenney, auxiliar de Birmingham, Inglaterra y Gales.