CIUDAD DEL VATICANO, Domingo 20 mayo, 2012 (ZENIT.org).- Benedicto XVI después de la oración mariana del Regina Cæli, dirigida desde su estudio que da a la Plaza de San Pedro, reflexionó sobre la festividad de la Ascensión de Jesús al cielo que se celebra en diversos países y que marca “el cumplimiento de la salvación iniciada con la Encarnación”.
“La Ascensión nos dice que en Cristo nuestra humanidad es llevada a la altura de Dios. Así --prosiguió el papa--, cada vez que rezamos la tierra se une con el Cielo”. Y así como el incienso, cuando elevamos nuestra oración en Cristo “esta atraviesa los cielos y llega hasta el Trono de Dios, y es por Él escuchada y atendida”.
Refiriéndose a Italia, el santo padre mencionó dos trágicos eventos: el “vil atentado” del sábado contra una escuela y un terremoto que afectó la región de Emilia Romagna.
“Aquí hoy lamentablemente -dijo el papa- tengo que recordar a los muchachos y muchachas que fueron afectados ayer en un vil atentado. Recemos juntos por los heridos, algunos de los cuales graves, y especialmente por la joven Melissa, víctima inocente de una brutal violencia y por sus familiares que viven el dolor”. Entre la multitud reunida en la Plaza de San Pedro, se veía un pasacalle con escrito: “Ciao Melissa”.
A continuación Benedicto XVI se dirigió a la población de Emilia Romagna: “Estoy espiritualmente cercano a las personas probadas por la calamidad: imploremos la misericordia de Dios para los que han muerto y la atenuación del sufrimiento para los heridos”, dijo.
El papa se dirigió además a los católicos en China, y recordó que el próximo jueves 24, la Bienaventurada Virgen María, es particularmente venerada en Shangai bajo la invocación de María Auxiliadora. Y los invitó a anunciar “con humildad y alegría que Cristo murió y resucitó y que vivan con coherencia la fe que profesan, y que crezcan en afecto y participación con la Iglesia universal” la que tiene su sede en Roma.
También saludó al Movimiento por la Vida de Italia, reunido en el Aula Pablo VI en su ‘Lifeday 2012’ en donde anunciaron la iniciativa “Uno de nosotros” destinada a apoyar la dignidad y derechos de todos las personas desde el momento de la concepción. A ellos les exhortó a “ser siempre testigos y constructores de la cultura de la vida”.
Y para concluir, Benedicto XVI saludó también a los peregrinos de lengua española “que participan en esta oración mariana, así como a los que se unen a la misma a través de los medios de comunicación social. Invito a todos a perseverar junto con la Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, en ferviente oración, para que la fuerza divina del Espíritu Santo haga morada en nosotros, y podamos así cumplir fielmente la voluntad del Señor, dando testimonio de su Evangelio con nuestra palabra y modo de obrar”
En lengua italiana dejó el siguiente mensaje: “Se celebra hoy la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales sobre el tema “Silencio y Palabra: camino de evangelización”. El silencio es parte integrante de la comunicación, es un lugar privilegiado para el encuentro con la palabra de Dios y con nuestros hermanos y hermanas. Invito a todos a rezar para que la comunicación en cualquiera de sus formas, sirva siempre para instaurar con el prójimo un diálogo auténtico, fundado sobre el respeto recíproco, en el escucharse y en el compartir.
Asimismo, hizo referencia a la importante fiesta mariana de este semana: “El jueves 24 de mayo es el día dedicado a la memoria litúrgica de la Bienaventurada Virgen María, Auxilio de los Cristianos, venerada con gran devoción”.
El mensaje íntegro puede leerse en: www.zenit.org/article-42252?l=spanish