FÁTIMA, miércoles 27 junio 2012 (ZENIT.org).- Los obispos de las Comisiones de Comunicación de las Conferencias Episcopales de Portugal y España, siguiendo la llamada del papa Benedicto XVI que invita a la Iglesia a la Nueva Evangelización, se reunieron en sesión de trabajo en Fátima, del 25 al 27 de junio de 2012, reflexionando sobre el tema “Medios: Puertas de la fe”.
Al final de este Encuentro Ibérico 2012, los participantes aprobaron una serie de conclusiones, informa a ZENIT la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social de España
Los obispos de las Comisiones de Comunicación de las Conferencias Episcopales de Portugal y España, afirman que, con estas conclusiones, desean “contribuir a una renovada conversión al Señor Jesús y al redescubrimiento de la fe, de modo que todos los miembros de la Iglesia sean para el mundo actual testigos gozosos y convincentes del Señor resucitado, capaces de señalar la ‘puerta de la fe’ a tantos que están en búsqueda de la verdad”.
En primer lugar, afirman: «Los medios de comunicación son el escenario cultural en el que se mueven los hombres y las mujeres de nuestro tiempo».
Constatan que «la comunicación en nuestros ámbitos está caracterizada, entre otras, por las siguientes circunstancias: la actividad comunicativa sigue estando notablemente condicionada por la situación económica, ideológica y política; la crisis económica está ocasionando, además, la precariedad y con frecuencia la pérdida de trabajo de los profesionales, con perjuicio para todo el proceso comunicativo y la consiguiente limitación del derecho del público a conocer la verdad; en la actividad informativa se aprecia, con frecuencia, una supremacía de la imagen que puede desviar la atención sobre la realidad objetiva. En ocasiones, el uso inadecuado de las tecnologías dificulta la reflexión, la formación de opinión y las relaciones personales y familiares; con frecuencia, las demandas inducidas de las audiencias constituyen un factor determinante en la configuración de los contenidos que los medios ofrecen. No obstante, consideramos que, desde una adecuada visión ética, este no puede ser el criterio último, ya que se ha de atender a las necesidades de las personas, sin sacrificar en ningún caso la verdad y el bien común».
En segundo lugar, señalan: «También para la Iglesia, los medios de comunicación son el escenario cultural en el que debe estar presente y desarrollar su misión. No son meros instrumentos para la transmisión de un mensaje. La Iglesia debe estar en ellos con sencillez y claridad, en actitud dialogante».
En tercer lugar: «La comunicación es un elemento transversal de las diversas estructuras eclesiales. Por eso, toda la acción pastoral de la Iglesia ha de ser más comunicativa. Al servicio de esa misión están los departamentos o gabinetes de comunicación en una diócesis o en una Conferencia Episcopal».
Así mismo afirman que «la consideración eclesial de la comunicación social tiene por tanto una doble misión. Por un lado, la ya tradicionalmente asentada que está orientada primordialmente a la evangelización. Pero por otro lado, y al mismo tiempo, la Iglesia también ha de proyectar y trabajar su propia imagen institucional o pública (entre la que se incluyen las acciones de gobierno de su pastores) para que ella misma sea percibida de manera adecuada. Por esto mismo se impone una consideración nueva de los procesos comunicativos de la Iglesia, que vayan asociados no sólo a la misión evangelizadora, sino también a la tarea de gobierno pastoral».
«Dada la importancia de la comunicación social en la configuración de la persona y de sus comportamientos –añaden–, animamos a los padres y educadores a seguir formando a los más jóvenes en el uso adecuado y responsable de los medios de comunicación».
Por último, los obispos ibéricos alientan «a cuantos trabajan en los mass media a proseguir en su empeño de servir a la dignidad de la persona y a la construcción de una sociedad más libre, justa y solidaria».
Respondiendo a la llamada de Benedicto XVI a renovar y actualizar las enseñanzas del Concilio Vaticano II como instrumento valioso en el ámbito del Año de la Fe, concluyen «invitando a una lectura actualizada y una conveniente puesta en práctica del Decreto Conciliar Inter Mirifica, sobre las comunicaciones sociales, y de los documentos que lo desarrollan».