CIUDAD DEL VATICANO, lunes 2 julio 2012 (ZENIT.org).- La Santa Sede calificó este domingo los atentados contra dos iglesias cristianas en la ciudad de Garissa, Kenia, en los que murieron al menos 17 personas, como actos «viles, hechos horribles y preocupantes».
«Los sangrientos atentados en Kenia, en la ciudad de Garissa, contra dos iglesias cristianas, entre ellas la catedral católica, durante el rezo dominical son un hecho horrible y muy preocupante», afirmó el director de la Sala de Prensa vaticana, padre Federico Lombardi.
El padre Lombardi añadió que «parece» que entre los grupos terroristas atacar a los cristianos reunidos los domingos en los lugares de culto se ha convertido «en un método particularmente eficaz para la difusión del odio y del miedo».
«La vileza de la violencia contra personas inermes reunidas pacíficamente para rezar es incalificable», subrayó Lombardi.
El portavoz expresó la solidaridad de la Iglesia a las víctimas y añadió que además de esa cercanía es necesario «reafirmar y defender decididamente la libertad religiosa de los cristianos y oponerse a actos irresponsables que alimenten el odio entre las diferentes religiones».
El padre Lombardi añadió que también hay que «actuar eficazmente» para lograr una solución «estable» a los «dramáticos» problemas de Somalia «que se reflejan en la región».
Los ataques fueron perpetrados de forma simultánea contra la iglesia African Inland Church (AIC) y la Iglesia Católica de Garissa, localidad próxima a la frontera con Somalia y al campo de refugiados somalíes de Daabad.
Según fuentes locales, además de los fallecidos, medio centenar de personas resultaron heridas en la Iglesia AIC, donde también se registró el mayor número de víctimas mortales, que se elevan a trece.
Kenia ha sufrido en los últimos seis meses varios ataques terroristas, tanto en Nairobi, como en Mombasa y el norte del país, que han causado una decena de muertos y numerosos heridos.