CIUDAD DEL VATICANO, martes 10 julio 2012 (ZENIT.org).- Ofrecemos el texto de la Declaración de la Santa Sede, hecha pública hoy, sobre las ordenaciones episcopales que han tenido lugar en Harbin y en Shanghai, China.
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Respecto a la ordenación episcopal del reverendo Joseph Yue Fusheng, que tuvo lugar en Harbin (provincia de Heilongjiang) el viernes 6 de julio del corriente, se precisa cuanto sigue:
1) El reverendo Joseph Yue Fusheng, ordenado sin mandato pontificio y por tanto ilegítimamente, ha incurrido automáticamente en las sanciones previstas por el cánon 1.382 del Código de Derecho Canónico. En consecuencia, la Santa Sede no lo reconoce como obispo de la administración apostólica de Harbin, y está privado de la autoridad de gobernar a los sacerdotes y a la comunidad católica en la provincia de Heilongjiang.
El reverendo Yue Fusheng había sido informado desde hace tiempo de que no podía ser aprobado por la Santa Sede como candidato episcopal, y varias veces se le había pedido que no aceptara la ordenación episcopal sin mandato pontificio.
2) Los obispos que han tomado parte en la ordenación episcopal ilégítima y se han expuesto a las sanciones, previstas por la ley de la Iglesia, deben informar a la Santa Sede acerca de su participación en la ceremonia religiosa.
3) Un apreciamiento va a aquellos sacerdotes, a aquellas personas consagradas y a aquellos fieles laicos que han orado y ayunado por el arrepentimiento del reverendo Yue Fusheng, por la santidad de los obispos y por la unidad de la Iglesia en China, en particular en la administración apostólica de Harbin.
4) Todos los católicos en China, pastores, sacerdotes, personas consagradas y fieles laicos, están llamados a defender y a salvaguardar lo que pertenece a la doctrina y a la tradición de la Iglesia. también en las presentes dificultades miran con confianza al futuro, confortados por la certeza de que la Iglesia está fundada en la roca de Pedro y de sus sucesores.
5) Confiando en el efectivo deseo de las autoridades gubernamentales chinas de dialogar con la Santa Sede, la misma Sede Apostólica auspicia que dichas autoridades no favorezcan gestos contrarios a tal diálogo. También los católicos chinos esperan pasos concretos en el mismo sentido, primero entre todos aquél de evitar las celebraciones ilegítimas y las ordenaciones episcopales sin mandato pontificio, que crean división y llevan sufrimiento a las comunidades católicas en China y a la Iglesia universal.
Es motivo de aprecio y de ánimo la ordenación del reverendo Taddeo Ma Daqin como obispo auxiliar de la diócesis de Shanghai, que tuvo lugar el sábado 7 de julio del corriente. La presencia de un obispo que no está en comunión con el santo padre, era inoportuna y muestra falta de sensibilidad hacia una ordenación episcopal legítima.
