ROMA, miércoles 26 septiembre 2012 (ZENIT.org).- Nazir S. Bhatti, presidente del partido Pakistán Christian Congress (PCC) pidió la reapertura de los expedientes de todos los cristianos, ahmadíes y musulmanes que hayan sido inculpados o condenados bajo la ley sobre la blasfemia, a raíz del caso de la niña Rimsha Masih.
El pasado 9 de septiembre en Islamabad –informaba la agencia Eglises d’Asie el 12 de septiembre–, Nazir S. Bhatti, presidente del PCC, declaró que el asunto Rimsha Masih había puesto en evidencia el hecho de que las quejas depositadas en nombre de la ley antiblasfemia podían esconder ajustes de cuentas personales o manipulaciones financieras que no tienen nada que ver con la religión.
La justicia pakistaní debe pues, dijo, reabrir los expedientes de las personas que han sido condenadas por los artículos 295 B y C del Código Penal, que castigan con la pena de muerte toda ofensa a Mahoma y a cadena perpetua a toda profanación del Corán. Nazir Bhatti dirigió su llamada al presidente de la República Asif Ali Zardari y al primer ministro Raja Parvez Ashraf.
El presidente del PCC añadió que ni él ni su partido olvidaban a Asia Bibi, que se pudre en prisión a la espera de que su proceso se reactive después de la condena a muerte de que fue objeto en primera instancia en 2010.
Sea cual sea su religión, decenas de pakistaníes fueron víctimas de esta ley, continuó, ya estén detrás de los barrotes, o hayan sido asesinados al margen de los tribunales por los fanáticos.
Lamentó el hecho de que hace algunos días, el último 7 de septiembre, un tribunal de Lahore negó la puesta en libertad bajo fianza de un cristiano, Sajjad Masih, inculpado también por blasfemia.
Traducido del francés por Raquel Anillo