BELÉN, jueves 27 septiembre 2012 (ZENIT.org).-“Un milagro de perseverancia y generosidad hacia los niños de la ciudad natal de Jesús, Belén. Una memoria, un testimonio viviente de la enseñanza de Jesús a propósito de los más pequeños: “Quien recibe a un pequeño en mi nombre me recibe a mi”.

Lo subrayó monseñor William Hanna Shomali, obispo auxiliar de Jerusalén de los Latinos, durante la celebración eucarística que presidió en la Capilla de la Cruz en la Iglesia de la Natividad, con motivo de los sesenta años de actividad del Caritas Baby Hospital, calificado centro pediátrico que se ha vuelto un punto de referencia irrenunciable en el sistema sanitario para los niños y las madres que viven en los Territorios Palestinos, independientemente de su religión o recursos financieros. Una celebración de la que se hacía eco el diario vaticano L'Osservatore Romano en su edición del 26 de septiembre.

El “Baby Caritas Hospital” -recordó el prelado- nació “de un acto de amor”, de la inspiración de un sacerdote suizo, el padre Ernst Schnydrig: en diciembre de 1952 estaba como peregrino en Belén con un grupo de amigos. La noche de aquella Navidad, mientras al son festivo de las campanas se dirigía hacia la basílica, para la misa, encontró una escena conmovedora. Detrás de una carpa de prófugos, un hombre joven con el rostro descompuesto por el llanto estaba cavando una fosa en el barro. El padre Erns se acercó y entendió que aquel hombre estaba sepultando a su hijo, muerto por el frío y el hambre. Aquella tragedia contrastaba con la alegría luminosa de la noche de Navidad. Schnydrig sintió dentro de sí un llamado: dedicar su vida para tratar de evitar que tragedias similares se repitieran en Belén.

Comenzó así a realizar su proyecto: crear un hospital para los niños necesitados de atención sanitaria. Alquiló dos habitaciones, después se puso a buscar en los pueblos a los niños pobres y enfermos.

Encontró a catorce y los hospitalizó. Contrató un médico para que los cuidase. Y nació así el primer núcleo del futuro hospital. A continuación esas dos habitaciones se volvieron cuatro, después diez, quince y en 1978 se realizó la construcción e inauguración del hospital que fue llamado “Baby Caritas Hospital”. En el hospital pediátrico, ampliado y enriquecido en sus estructuras gracias a la generosidad de benefactores internacionales, cada año son atendidos en sus consultorios unos 33.000 niños y recién nacidos.

Actualmente tiene 82 camas distribuidas en los diversos sectores especializados, en los cuales se da atención sanitaria a más de cuatro mil niños al año.

El abanico de intervenciones pediátricas es amplio: enfermedades crónicas, metabólicas, de la vista y del sistema nervioso, otorrinolaringológicas, del aparato urinario y ortopédicas. También para diagnosticar cuenta con ecografía y ecocardiografía; la atención sanitaria del hospital incluye patologías relacionadas con el desarrollo mental del niño.