“Como católicos, nuestra fe nos exige también promover la fraterna convivencia social, y esta obligación es mayor para quienes están constituidos en autoridad. En este contexto, ante la incertidumbre sobre la salud del presidente Hugo Chávez, es preciso que todos mantengamos y defendamos las normas constitucionales que regulan la materia de una eventual ausencia temporal o absoluta del Presidente”, pidió el cardenal Jorge Urosa Savino, arzobispo de Caracas en un mensaje a los sacerdotes, religiosos y fieles de su Archidiócesis con motivo de fin de año y del nuevo año que comienza.
“No podemos aceptar –añade el cardenal Urosa–, otros caminos, que sumirían al país en la inestabilidad y violarían los derechos de los venezolanos. Además, el nuevo período constitucional, en el país y en cada región, debe ser de serenidad, de respeto a los derechos constitucionales de todos, sin medidas que provoquen zozobra y angustia, sin exclusión de quienes se consideren adversarios políticos”.
“Al iniciar este año 2013, comenzó su mensaje el cardenal venezolano, valoremos el don de haber recibido en el Bautismo la luz esplendorosa de la fe, y de profesar nuestra Santa Religión Católica, para vivir de acuerdo a ella. Los cristianos estamos llamados a reafirmar nuestra fe aún en medio de una sociedad secularista, es decir, indiferente y a menudo contraria a la mera idea de Dios”.
“Y estamos llamados a practicar la fe, es decir, vivir de acuerdo a la Palabra de Dios, cumpliendo sus Mandamientos, a pesar del relativismo moral que nos rodea”.
“Por eso –añadió- es importante que valoremos y vivamos de acuerdo a nuestra gloriosa identidad católica de hijos de Dios. No es cualquier cosa ser hijos de Dios, elevados en el Bautismo a esa dignidad por el Espíritu Santo. No es cualquier cosa ser discípulos de Jesucristo, el Divino Maestro, en un mundo donde proliferan toda clase de consejas, falsas religiones, y corrientes esotéricas, animistas o paganas.
“Es maravilloso pertenecer a nuestra santa Iglesia Católica, el pueblo de Dios, que tiene por cabeza a Cristo, con quien entramos en contacto especialmente en los sacramentos, guiados por el Espíritu de Dios a través del Papa y los Obispos de la Iglesia, animados por una pléyade innumerable de santos, bajo la maternal protección de la Virgen María”.
Ser católicos es una gran dicha pero también implica grandes retos. Por eso es importante en este nuevo año que nos acerquemos cada vez más a El, para buscar su ayuda en la práctica religiosa, especialmente en la Santa Misa dominical.
“Hablando de retos de la fe, precisó el cardenal Urosa, hay que recordar algo muy importante: vivir nuestra fe exige luchar contra la violencia, que tantos estragos está haciendo entre nosotros. En primer lugar, la violencia latente en nuestros corazones, que debemos dominar y controlar permanentemente. Pero la violencia se convierte en delito y en inseguridad, que causa tanto dolor y temor en nuestra Ciudad de Caracas. Por ello es preciso insistir en la obligación constitucional de resguardar la seguridad personal y patrimonial de todos los venezolanos que tienen las autoridades de los poderes públicos”.
El purpurado dice apoyar todas las iniciativas legítimas, tanto de los poderes del Estado como de organizaciones no gubernamentales, para combatir la violencia y las fuentes de la misma.
Y finaliza su mensaje deseando: “¡Feliz año¡! Feliz Año de la Fe para todos los católicos de nuestra arquidiócesis! Promovamos la felicidad propia y de los demás. Oremos y trabajemos por los más débiles, por los pobres, por los enfermos, en particular por el Presidente de la República».
“Oremos también por los presos y en particular por los presos políticos, para quienes nuevamente solicitamos medidas de gracia. Que cada uno de nosotros sea un esforzado y activo constructor de la paz».
“Que la protección de María, Madre de Dios, cuya solemnidad celebraremos este 1 de enero, proteja a Venezuela para que vivamos en paz, para que practiquemos nuestra fe, y para que el País marche con estabilidad y bienestar para todos y cada uno de los venezolanos. Que el Señor nos conceda un año muy feliz”.