El 19 de diciembre, Ma´ruf Amin, responsable del departamento del fatuas del Consejo de Ulemas Indonesios (Majelis Ulama Indonesia, MUI), declaró que más vale que los musulmanes se abstengan en Indonesia de desear "una Feliz Navidad" a un cristiano, y con mayor motivo de participar en una ceremonia o en encuentros relacionados con esta celebración.
Según Ma´ruf Amin --informa la agencia Eglises d'Asie--, los musulmanes indonesios no deben olvidar que la fatua emitida por el MUI en 1981, en relación a este tema, continúa siendo válida. Recordó que ésta prohibía a los musulmanes del país asistir a una celebración de Navidad, lo mismo que a las festividades ligadas a loas mismas. "Si el MUI publicó tal decreto, es porque estas celebraciones son de naturaleza religiosa y porque es haram (prohibido) para un musulmán participar en ellas", precisó el responsable religioso.
En cuanto a saber si les es permitido o no a los musulmanes desear una "Feliz Navidad", Ma´ruf Amin consideró que era "mejor que no pronuncien estas palabras". Precisó que "el debate [entre ulemas] sobre el tema de saber si este era haram o halal no había terminado y qué, por consiguiente, se aconseja abstenerse [de pronunciar estas palabras]". Añadiendo que sin embargo era "posible decir 'Feliz Año Nuevo'", subrayó que les basta a los musulmanes con dar prueba de tolerancia hacia los cristianos permitiéndoles celebrar la Navidad en paz". [Los musulmanes] deben mantener la tolerancia y la armonía", dijo.
En Indonesia, país dónde el 85% de la población se considera musulmana y donde los cristianos forman una minoría de cerca del 10% de la población, el lugar del cristianismo es real y reconocido. A titulo de ejemplo, tres fiestas cristianas las disfruta toda la población: Navidad, Viernes Santo y Jueves de la Ascensión.
Financiado con fondos públicos, el MUI puede ser clasificado entre las organizaciones conservadoras, sin ser por eso asimilado a los movimientos radicales. Por su discurso sectario, pudo no obstante, estos últimos años, incitar el paso a la acción de los extremistas musulmanes, aunque sus responsables siempre se ocuparon de condenar el recurso a la violencia.
En las dos principales organizaciones musulmanas de masa del país, las opiniones no son idénticas a las del MUI sobre la cuestión de Navidad. Según Zuhairi Misrawi, uno de los dirigentes de Nahdlatul Ulama (NU), "el Islam es como un vasto océano y la fatua del MUI es como una corriente en el mar. En el mar, las corrientes son numerosas". Para él, todos los musulmanes no se conformarán con esta fatua y recuerda que, como en años pasados, desde los atentados que enlutaron la vigilia de Navidad en 2000, miembros de Banser, la organización juvenil de NU, hicieron guardia delante de las iglesias cristianas, el 24 por la tarde y el 25 de diciembre, para asegurar la seguridad de los cristianos.
Por parte de Muhammadiyah, su presidente Din Syamsuddin indicó hace algunos días que personalmente saludaba a sus amigos cristianos con un "Feliz Navidad" pero que estas palabras tenían en su boca el significado de un saludo simple y que no se las podía prohibir. Precisó sin embargo que no les aconsejaba a los musulmanes de Indonesia decir "Feliz Navidad " aunque debían sin embargo respetar el derecho de los cristianos a celebrar su fiesta.
Según un observador de la sociedad indonesia, la actitud del MUI sobre el tema de la Navidad traduce sin duda una cierta impotencia de los ulemas para ser oídos: desde la fatua de 1981, la actitud de los musulmanes hacia los cristianos evolucionó un poco y estos últimos años eran numerosos a desearles una Feliz Navidad.
Por otro lado, los centros comerciales hacen una llamada a las decoraciones de Navidad y aprovechan las fiestas que asociadas a ella para favorecerlas, como la Fiesta de San Valentín. Más allá de este aspecto comercial, no es raro que los musulmanes acudan a compartir con sus vecinos cristianos una comida de Navidad el 25 de diciembre, tal como los cristianos van a compartir una comida con los musulmanes en Idul-Fitri, las celebraciones que marcan el fin del ramadán.
Traducido del francés por Raquel Anillo