Filipinas es el país con más católicos en Asia y el tercero en el mundo después de Brasil y México. Esta entrevista con el arzobispo de Ozamis Jesús Dosado, en la isla de Mindanao, fue realizada por María Lozano para el programa Donde Dios Llora en cooperación con la fundación católica Ayuda a la Iglesia Necesitada. Mindanao es una isla más grande que el Reino Unido, en cuanto a extensión, y cuenta con 18 millones de habitantes. Es una región muy rica en recursos y materias primas, y sin embargo, muy castigada por la pobreza y el subdesarrollo.
Usted nació en 1939, en Cebú; a la edad de 26 años fue ordenado sacerdote y después a los 38 años fue ordenado obispo. ¿No es una edad muy joven para ser obispo?
–Mons. Jesús Dosado: Sí. Eso es lo que creía, que era muy joven; no quería eso, pero me eligieron y así fue.
¿Por qué escogió el lema episcopal «Por los pobres»?
–Mons. Jesús Dosado: Porque san Vicente de Paul, el fundador de nuestra congregación de la misión de los padres Paules, tenía ese lema: evangelizar “pauperibus”, es decir “a los más pobres”. Me enviaron a evangelizar a los pobres, pero sobre todo a evangelizar a los más pobres.
¿Por qué el tema de la pobreza afecta tanto a Mindanao siendo una zona con grandes riquezas naturales?
–Mons. Jesús Dosado: Porque allí no hay industrias, y nuestra gente se va a otras partes del país como Manila o Cebú y se quedan en Mindanao los que no pueden emigrar.
Muchas veces la pobreza es causada por la corrupción.
–Mons. Jesús Dosado: Sí, eso es lo que siempre he dicho, que la pobreza no es causada por la cifra de población. Tenemos muchas cosas buenas en Filipinas… pero la corrupción nos ha destruido todo. La corrupción no existe solamente en los altos niveles de la sociedad, sino también en los de más abajo.
Benigno Aquino, presidente de Filipinas, dijo hace poco: “La corrupción es endémica en Filipinas, es un fenómeno que ha echado raíces desde la época de la dictadura de Ferdinando Marcos. Esperamos que a partir de ahora no se hable de lucha contra la corrupción sólo para hacer propaganda…”. ¿Es cierto que la estructura de corrupción comenzó con Ferdinando Marcos?
–Mons. Jesús Dosado: Sí, porque proclamó la ley marcial, y con eso entraron muchas oportunidades de corrupción. Primero en el ejército, anteriormente los militares eran hombres con integridad. Segundo, en la estructura de gobierno, en todos los departamentos, desde arriba hasta abajo. En casi todos los departamentos había corrupción, en el departamento de educación, construcción de las carreteras… Y después a nivel personal: Marcos y su familia, y sus amigos. Por eso, como dice el presidente, la corrupción es una cosa endémica desde entonces. Por eso, Corazón Aquino, la madre del actúal presidente –que en paz descanse- se hizo presidenta para hacer cambios en la estructura. Pero no lo logró porque la corrupción era endémica y los que llegaron con ella también se aprovecharon, hasta llegar a la situación de nuestros días.
Mindanao desgraciadamente también ha pasado a ser conocida por sus conflictos religiosos. ¿Cuándo comienzan estos conflictos?
–Mons. Jesús Dosado: Bueno, habría que decir que desde 1521. Los musulmanes vinieron de Arabia Saudita, e Indonesia, y llegaron a las Islas Filipinas en el siglo XIII. Por el otro lado, más tarde, Magallanes salió desde España y llegó a Filipinas en 1521.
Con la llegada de los españoles a Filipinas, ahí se volvieron a encontrar con los musulmanes. Estos se fueron al suroeste de Mindanao, mientras que los españoles convirtieron al resto a la fe cristiana. Desde entonces tenemos luchas con ellos, por eso he dicho que este conflicto comenzó hace mucho.
Este conflicto se reforzó en los años 70 con la creación de un grupo político de liberación nacional, el Frente Islamista Nacional Moro, que quiere hacer que una parte de Mindanao sea musulmana
–Mons. Jesús Dosado: Sí, ellos querían hacer de una parte de Mindanao su patria independiente de Filipinas. Pero –aunque he dicho antes para aclarar que los problemas son antiguos- la cosa es que hasta 1971 los cristianos y los musulmanes vivían en paz. En el 71 hubo una guerra en Afganistán, y llamaron a voluntarios de todo el mundo árabe a luchar. Los musulmanes de Filipinas enviaron hombres a participar en la guerra, y cuando regresaron ya se habían convertido en fundamentalistas.
…se creó un conflicto que antes no existía. Se mencionan cifras de hasta 120.000 muertos por estas luchas, aunque también hubo intentos de procesos de paz…
–Mons. Jesús Dosado: Sí, la búsqueda de la paz continúa hasta ahora. Los obispos en Mindanao tenemos diálogo con el Mindanao Islamic Liberation Frent (MILF).
Hubo explosiones en la catedral, en iglesias, secuestro de misioneros. ¿Se sigue dando esto?
–Mons. Jesús Dosado: Menos ahora, pero debemos tener cuidado. Creo que algunas de estas cosas son resultado de… querer ganar dinero más que por motivos religiosos.
En muchos países en realidad es un motivo político o social el que está detrás de la guerra de religiones. ¿En Filipinas también hay motivos políticos detrás?
–Mons. Jesús Dosado: Políticos no tanto sino…
…económicos…
–Mons. Jesús Dosado: …sí, eso es, quieren secuestrar a alguien para pedir dinero. No creo que sea una lucha de religiones; aunque creo que entre el cristianismo y el islam hay diferencias que por ahora no se ve cómo solucionar. Pero no hay lucha entre religiones.
La gente en ciertas zonas de la Isla, ¿vive con miedo?
–Mons. Jesús Dosado: No tanto, porque como he dicho, viven en paz, pero hay siempre la posibilidad de que algo suceda, pero no por motivos religiosos, creo yo. No estoy en esa parte de Mindanao, es al suroeste de Mindanao donde están los musulmanes, las islas de Sulu, Joló, Basilán, Cotabato y Lanao. En mi diócesis casi no hay grupos.
También hubo muchos intentos de paz y reconciliación. Quizás uno de los proyectos que más impresiona es el de Circilá, promovido por un misionero llamado D’ambra, en Zamboanga. Cuéntenos un poquito más de este proyecto.
–Mons. Jesús Dosado: Muchos acuden ahí a tener orientación, seminarios, todo eso, Es muy buen programa, he oído mucho a otros obispos acerca de ese programa. Incluso en Indonesia se interesan por este programa para intentar también un diálogo con los musulmanes en zonasconflictivas.
Se dice que Filipinas sufre un problema de superpoblación. ¿Es esto cierto monseñor?
–Mons. Jesús Dosado: Intentan aprobar una ley a ese respecto, y su propaganda es que tenemos tanta población que hay que controlarla por medios no aceptables para nosotros católicos, y para la gente en general, porque es una cultura de muerte y no de vida. Creo que solamente se ve esta situación –de exceso de población- en Manila y sus alrededores, o en Cebú, la segunda ciudad, y en Davao. Se ve mucha gente ahí porque personas de otras partes de Filipinas van ahí para ganarse el sustento, y se tiene por eso la impresión de que hay explosión de población en Filipinas. Hay muchos sitios que no, en mi provincia por ejemplo hay sitios que no hay nadie.
Es decir, como hay pobreza, la gente emigra a las grandes ciudades y esto genera una superpoblación en núcleos urbanos muy grandes.
–Mons. Jesús Dosado: Y no solamente emigran a Manila sino a otros países, a Europa, a América, a todas partes porque la vida es dura allí. Educamos a la gente y no la podemos aprovechar porque como no hay medios en Filipinas se van a otros países
para ganarse la vida.
La Iglesia no está a favor de políticas restrictivas de reproducción en la familia, primero por ser una cultura de muerte; pero la libertad también es importante: que las personas puedan decidir por sí mismas cuántos hijos quieren tener y no sea una cosa obligada por el Estado, como pasa en China.
–Mons. Jesús Dosado: Sí, pero estamos hablando de un intento de hacer una ley que integra cosas que no deben estar ahí, por ejemplo, enseñar a los pequeños sexualidad sin el control de los padres… Estamos a favor de que las mujeres tengan derechos, pero este proyecto de ley incluye un conjunto de cosas no aceptables para nosotros. Desde 2002 hay intentos para que esta iniciativa se haga ley y no fue aprobada.
Hay mucha presión no sólo de grupos en Filipinas, sino de grupos internacionales porque este lobby está muy movido por otros países ¿no es así?
–Mons. Jesús Dosado: Sí, hace tiempo, por ejemplo, tuvimos el plenario de la Conferencia Episcopal. Invitamos a muchos miembros del congreso, y uno de los obispos preguntó: “¿Es verdad que las Naciones Unidas dan dinero para esto?”; y respondieron: “Sí, es verdad eso”. También creo que Estados Unidos está dando dinero. Creo que los congresistas están a favor de las medidas, más pensando en el dinero, que por preocuparse de los derechos de las mujeres. Yo veo claramente mucho dinero, no solo de Estados Unidos, sino de grupos que tienen esta agenda y por eso hay mucha presión.
¿Cómo podríamos ayudar nosotros a la Iglesia en Filipinas?
–Mons. Jesús Dosado: Sigan recibiendo a nuestros emigrantes porque no tenemos a dónde ir para ganar más, eso es la parte económica. Pero creo que la pregunta es al revés, ¿qué podemos hacer los filipinos para reevangelizar Europa y todos esos países? Los misioneros fueron a Filipinas con mucho sacrificio. En mi país solamente sentado, ya se suda, así fueron los misioneros a Filipinas, vestidos de sotana negra a trabajar mucho para convertirnos. Y ahora yo creo que nosotros tenemos el deber de evangelizar a otros por medio de nuestros migrantes.
Usted ha tocado el tema de la situación de muchos filipinos emigrantes, no solo en países de Europa, sino también en Medio Oriente, como Arabia Saudita. ¿Cómo es la situación de estas personas en un país de mayoría muy diferente a la cultura cristiana católica?
–Mons. Jesús Dosado: En el área de la fe tienen que ser muy cuidadosos; hay muchos filipinos, pero tienen que cuidarse mucho porque la práctica de la fe no está permitida. Pero hay muchos filipinos que de corazón en estas difíciles situaciones son fieles.
La entrevista fue conducida por María Lozano para el programa semanal de radio y televisión Donde Dios Llora, realizado en cooperación con Ayuda a la Iglesia Necesitada.
Más información: info@DondeDiosLlora.org; www.acn-intl.org.