La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB) inicia hoy la Semana Nacional de la Migración, con una campaña que pide la reforma integral de la inmigración para conseguir legalizar a 11 millones de inmigrantes indocumentados, según datos difundidos por la agencia Fides.
“La Semana Nacional sobre Migración es una oportunidad para la Iglesia para recordar y reflexionar sobre estas obligaciones con respecto a la Migración”, según lo dicho por el arzobispo de Los Ángeles, monseñor José Gómez, quien es también presidente del Comité sobre Migración de la USCCB.
Este año también se celebra el décimo aniversario de la carta pastoral conjunta, “Ya No Somos Extranjeros: Juntos en el Camino de la Esperanza”, emitida por la USCCB y la Conferencia del Episcopado Mexicano en el 2003. En la nota recogida por la agencia vaticana de informaciones, "en el ámbito de las celebraciones, el Departamento para inmigrantes y refugiados de la USCCB tiene en programa la realización de una campaña de envío de tarjetas postales que solicitan al Congreso una reforma migratoria integral".
Según informa la nota, las peticiones son cinco: definir un camino a la ciudadanía para los indocumentados en este país; conservar la unidad familiar; una vía legal para inmigrantes que busquen trabajos no especializados; la restauración de protecciones en las políticas de cumplimiento de las leyes de inmigración; así como abordar las causas de la migración provocada por persecución y desigualdad económica.
La Semana Nacional sobre Migración es una iniciativa que se lleva realizando desde hace un veinticinco años, promovida por los obispos de los Estados Unidos de América.