Iniciamos una serie de perfiles de los cardenales que asisten al Cónclave. Después de los purpurados españoles e hispanoamericanos, seguiremos con el resto, hasta completar el Colegio que elegirá al próximo papa.
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El cardenal Julio Terrazas Sandoval, de la congregación del Santísimo Redentor --Redentoristas--, es el arzobispo metropolitano de Santa Cruz en Bolivia desde 1991 y cardenal presbítero desde el 21 de febrero de 2001, con el título de San Juan Bautista de Rossi. También es miembro de la Pontificia Comisión para América Latina y del Pontificio Consejo para los Laicos.
Es el primer boliviano creado cardenal, lo que fue celebrado por calles y plazas a su arribo de Roma, cuando se movilizó en un carro descubierto para recibir el aprecio y el reconocimiento de su pueblo. Antes del cardenal Terrazas, solo el arzobispo de Sucre, alemán naturalizado boliviano, José Clemente Maurer, había recibido esa designación.
Su episcopado lo inició como obispo titular de Apisa Mayor y auxiliar de la Archidiócesis de La Paz desde el año 1978, eligiendo el lema "Servidor de todos". Ya desde su toma de posesión como obispo auxiliar de La Paz anunció lo que sería su largo ministerio episcopal: "Estar al servicio de todos, en consonancia con el Evangelio no para callar cuando el Evangelio tenga que hablar, sino para descubrir, juntos, las exigencias de la libertad que el Señor ha conseguido".
Transferido como obispo titular a la sede de Oruro en marzo de 1982, hizo sentir su gran preocupación por las condiciones de vida de la amplia población minera que debía pastorear. Era claro en sus intervenciones públicas que el sector minero, con hombres, mujeres, adolescentes y niños "merecen especial y deferente atención". Revitalizó la Iglesia local con el impulso de las Comunidades Eclesiales de Base (CEB), figura eclesial que implementó también en Santa Cruz con gran desarrollo.
Como pastor archidiocesano, el cardenal Terrazas ha expresado constantemente la preocupación de la Iglesia católica por el tráfico ilícito de drogas. En su posesión como arzobispo de Santa Cruz, señaló: "Convoco a quienes se han esclavizado por el tenebroso mercado del narcotráfico, que rompan esas cadenas que envilecen a la persona".
En una misa celebrada a principios de febrero de 2013, el cardenal Terrazas afirmó que si bien algunas autoridades podrán declarar la guerra a la Iglesia católica no permitiéndole opinar por la problemáticas del país, los católicos continuarán caminando junto a la palabra de Dios en busca de la vida en paz y justicia para los bolivianos.
“Podrán declararnos la guerra, podrán insultarnos, podrán decirnos que callemos, podrán gritar que nosotros no tenemos derecho a decir una palabra en el país, pero quien camina con nosotros es el Dios de la vida que quiere que nuestras vidas no sean estropeadas por nadie y que tiene que ser vida para libertad y para poder vivir en justicia y en paz”, dijo.
El alto prelado fue enviado papal especial para la celebración del X Congreso Eucarístico Nacional de Argentina realizado en Corrientes, del 2 al 5 de septiembre de 2004 y participó en el último Cónclave del 18 al 19 de abril de 2005, que eligió al papa Benedicto XVI.
Estuvo en cinco Sínodos episcopales generales en Roma: Sínodo de Laicos, Sínodo de la Familia, Sínodo especial de los 25 años del Concilio Vaticano II, Sínodo especial sobre Economía de la Santa Sede y Sínodo de la Iglesia en América.
Asistió a la IV y a la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe en Santo Domingo (1992) y Aparecida (2007), respectivamente.
Ejerció la Presidencia de la Conferencia Episcopal Boliviana durante 18 años, en seis periodos, y fue presidente del Departamento de Justicia y Solidaridad del CELAM de 2007 a 2012. Presidió también la Comisión Episcopal de Laicos, Juventud y Vocaciones de la Conferencia Episcopal Boliviana y de la Comisión de Laicos del CELAM.
Ante la escasez de clero nativo, fue un gran impulsor de las vocaciones presbiterales, que lo llevó a construir el edificio para el nuevo seminario mayor San Lorenzo en Santa Cruz, que hoy atiende a todo el Oriente boliviano. Convocó a un II Sínodo Archidiocesano en 1997 que tuvo gran acogida por su visión compartida de construir una Iglesia local que anuncie al Dios de la Vida y denuncie las situaciones de injusticia con valentía.
Otra obra que caracteriza su ministerio, fue la creación de la Escuela Superior de Comunicación Audiovisual "Diakonía", que en su interés de formar a las nuevas generaciones en una visión correcta del hombre a través de los medios de comunicación social, se ha convertido en la única en su género en Latinoamérica.