Ávila ha sido comparada muchas veces con la ciudad de Jerusalén. Las semejanzas están en la elevación de Ávila sobre el montecillo que la hace emerger sobre el valle Amblés; en la muralla que la cerca con la vigía permanente de sus noventa torres; en la preeminencia de sus iglesias y sus monasterios, que la pregonan ciudad sacra; en sus calles ascendentes y quebradas; en el halo religioso de su historia y de sus gentes.

El ámbito de los templos románicos y góticos abulenses, las fachadas pétreas de las casas señoriales y las celosías de sus conventos hacen de Ávila lugar preferente para vivir estas fechas tan significativas del año litúrgico. El Monasterio de San Francisco fue la cuna de los desfiles procesionales de la Semana Santa abulense. Una crónica antigua dice: "A principios del año 1500, se nota ya en Ávila la urgente necesidad de fundar una Hermandad con fines netamente cristianos y caritativos. Con este fin se reorganiza una antigua Cofradía existente". A esta Hermandad se le dio luego el honorable título de la Santa Vera Cruz.

Cuenta la Junta de Semana Santa de Ávila que los primeros años del siglo XIX fueron tiempos difíciles para la vida española y la Semana Santa no podía estar ajena a estos acontecimientos en cuanto a sus desfiles procesionales. La invasión francesa afectó a Ávila muy profundamente en cuanto al desarrollo de sus actividades religiosas y sufrió el expolio al que se sometieron sus Instituciones, así como la privación de libertad en el ejercicio público de sus actos de culto.

En 1990 se produjo la renovación de la Junta de Semana Santa y fue elegido nuevo Presidente D. Fernando José Jiménez Prieto, quien desde el primer momento se propuso impulsar el desarrollo de la Semana Santa abulense.

Implicó en esta tarea a todas las Cofradías y Hermandades lo que se tradujo en una superación permanente que alcanzó unos altos niveles de organización y participación en todos y cada uno de los desfiles procesionales tradicionales al tiempo que movió a la creación de otros nuevos.

La aportación social que encierra esta labor desarrollada por la Junta de Semana Santa ha sido reconocida por la Junta de Castilla y León, que la declaró de Interés Turístico Regional en 1993.

El 28 de abril de 2005 la Semana Santa de Ávila fue declarada de Interés Turístico Nacional por la Secretaría General de Turismo.

En total son 16 las procesiones que se realizan en Ávila desde el Viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección.  El Viernes de Dolores la procesión "Vía Matris" El sábado víspera del Domingo de Ramos la "Procesión de los Estudiantes". El Domingo de Ramos sale la procesión "Las Palmas".  El Lunes Santo hay dos procesiones, la "Procesión de la Ilusión" y la "Procesión de Nuestra Señora de la Esperanza". El Martes Santo son tres las procesiones organizadas. "Procesión de la Estrella", la "Procesión de Medinaceli" y finalmente la "Procesión del Miserere.

El Miércoles Santo son dos procesiones, "Procesión del Silencio y la "Procesión del Cristo de las Batallas". También son dos las procesiones del Jueves Santo: "La Procesión de la Madrugada" y la "Procesión de Los Pasos".

El Viernes Santo salen tres procesiones: "Vía-Crucis de Penitencia", "El Sermón de las 7 palabras" y la tercera "La Procesión de la Pasión y Santo Entierro". Para el Sábado Santo sale la "Procesión de la Soledad. Y finalmente el Domingo de Resurrección, la "Procesión del Resucitado".