La primera Congregación General de los cardenales se realizó esta mañana en Aula del Sínodo, en la Ciudad del Vaticano, situada encima del Aula Pablo VI, lugar habitual en donde el papa realiza las audiencias.
“Una congregación que se realizó en atmósfera de gran serenidad y deseo de construir, con un gran sentido de comunión” indicó en la rueda de prensa el portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi.
Lo dijo en la Sala de Prensa, donde fue pasado un video sobre el ingreso de los cardenales en su primera Congregación General, en la que se apreciaba a los purpurados vestidos con habito negro, solideo y faja roja, conversando con mucha desenvoltura, hasta que inició propiamente la reunión, con la oración del Veni Sancte Spiritus, después de que las telecámaras se retiraron.
“La Congregación General fue presidida por el cardenal decano Angelo Sodano quien dirigió unas palabras a la asamblea, que contó con una presencia de 142 purpurados, de los cuales 103 electores. O sea que faltan por llegar aún algunos electores, aunque lo harán en breve”, indicó. O sea que los electores previstos son 115 de los 117 electores, pues el de Indonesia y el de Edimburgo ya confirmaron su ausencia.
“El decano propuso al colegio de cardenales, preparar un mensaje para el papa emérito que será enviado a Benedicto XVI”, indicó el padre Lombardi, el cual será comunicado apenas esté listo. Y en el que se vió «gran afecto y aprecio».
“Se realizó también –prosiguió el portavoz- el juramento, como indicado por la constitución apostólica Universi Dominici Gregi, ante los evangelios, con la fórmula latina, situados en la mesa presidencial”.
La fórmula de juramento es: “Nosotros cardenales de la Santa Iglesia Romana del orden de los obispos, del de los presbíteros y del de los diáconos, prometemos, nos obligamos y juramos, todos y cada uno, observar exacta y fielmente todas las normas contenidas en la constitución apostólica Universi Dominici Gregis del sumo pontífice Juan Pablo II, y mantener escrupulosamente el secreto sobre cualquier cosa que de algún modo tenga que ver con la elección del Romano Pontífice, o que por su naturaleza, durante la vacante de la Sede Apostólica, requiera el mismo secreto”.
“Los cardenales –añadió el portavoz- se situaron según pertenecen al orden episcopal: los cardenales obispos; del orden presbiterial: cardenales presbíteros o de título; y los de orden diaconal: cardenales diáconos”. Esto porque cada cardenal en el momento de ser nombrado, recibe una sede, un título o una diaconía en iglesias situadas en Roma, pues el papa es el obispo de la diócesis que incluye a la Ciudad Eterna.
Hoy también fue elegida la primera Congregación Ordinaria, que gobernará junto al camarlengo, el cardenal Tarcisio Bertone, sobre asuntos ordinarios no reservados al papa. Los tres cardenales elegidos son Giovanni Battista R, por el orden de los obispos; Crescenzio Sepe, por los presbíteros; y Franc Rodé, por los diáconos.
Trece cardenales hablaron brevemente, “intervenciones densas y precisas que se realizaron en tres cuarto de hora”, indicó el portavoz en español José María Gil Tamayo.
Y esta tarde será la primera de las dos meditaciones ofrecidas a los cardenales la cual será predicada por el padre capuchino y predicador de la Casa Pontificia, Raniero Cantalamessa.
El padre Lombardi leyó también una lista con el nombre de los cardenales que llegarán en breve, entre los cuales está Antonio Maria Rouco Varela, arzobispo de Madrid. Y que la fecha del cónclave no fue aún fijada.
Sobre posibles exposiciones o informaciones por parte de los actuales responsables de los dicasterios ante el Colegio de Cardenales, sobre temas que sirvan para conocer la situación de la Iglesia o particulares, el portavoz indicó que sí es posible. En cambio sobre los temas tratados habrá una indicación sumaria porque no son de conocimiento público.
Se indicó también que en la asamblea, los cardenales cuentan con un servicio de traducción en cinco idiomas, realizados por profesionales, entre los cuales en español.
Hasta el sábado pasado se registraron más de 3.600 acreditaciones temporales de periodistas y técnicos, que sumadas a los acreditados permanentes, eleva el número a más de 4.300 personas en el sector de la comunicación.