Se ha cumplido una semana desde que el papa emérito Benedicto XVI vive aislado del mundo, dedicado como él mismo lo anunció, a “la oración y el retiro”. Estamos seguros que no esperará los dos meses previstos para su ingreso al monasterio vaticano, a fin de vivir ya ese recogimiento que siempre quiso, aún antes de ser elegido papa.
En medio de anuncios de fechas y nombres del Cónclave, ZENIT ha querido recordar este tiempo transcurrido ya sin él, a través de una entrevista exclusiva con el padre Gabriel María Ola, monje benedictino guatemalteco, quien cumple las funciones de superior Ad nutum abbatis generalis de la Abadía de Santa María del Pilastrello en Lendinara-Rovigo, ubicada en la región italiana del Véneto.
De este modo podremos imaginar cómo estará ya viviendo Benedicto XVI sus días, y a la vez conoceremos algo de la vida de los monjes guiados por el padre Ola, quienes según hemos sabido, leen ZENIT para tener presente al mundo en sus oraciones…
¿Cómo será un día en la vida del papa emérito al interior del monasterio vaticano?
–Padre Gabriel Ola: Siendo un monasterio, seguramente el hilo conductor será la intensa oración de cada día. La Liturgia de las Horas permite al monje el poder transcurrir la jornada santificando el tiempo, y otro momento importante es el encuentro personal con la Palabra, es decir la Lectio Divina, el método de oración netamente monástico, y siempre actual y vivificador de nuestra vida de cada día. Y por cierto, los monasterios nos ofrecen un tiempo de «recreación»; seguramente los paseos, el arte, la música se integrarán bellamente en la vida monástica.
Hay quienes lo empiezan a llamar «el papa-monje»…
–Padre Gabriel Ola: No sería nada errado, ya su amor por el Gran Padre de los monjes de Occidente, al elegir el nombre de «Benedicto», nos dice mucho, así como las constantes citas de la Regla de San Benito que hizo en su luminoso pontificado, dicen mucho de su gran amor por san Benito. Por cierto, el título de papa-monje, considero que sea muy atinado para el itinerario de vida que ahora tendrá, muy cercano a Cristo, muy cercano a las necesidades de todos, ya que le hablará a Dios de todos nosotros en su oración de cada día.
¿Su Orden viene rezando por el papa?
–Padre Gabriel Ola: La Comunidad que actualmente presido, desde el día de la noticia de su renuncia el pasado 11 de febrero, lo recuerda cada día en la Santa Misa Conventual, y lo hacemos con gratitud, reconocimiento y mucho amor a quien siempre recordaremos como el papa humilde. Lo seguiremos recordando en la oración, y considero que mis hermanos de las otras comunidades lo hacen también.
…A propósito de los benedictinos, usted ha sido ratificado como superior Ad nutum abbatis generalis de la Abadía de Santa María del Pilastrello. Nos alegramos que este alto cargo haya recaído sobre un latinoamericano…
–Padre Gabriel Ola: Es una gran experiencia para mi, el ser superior de una comunidad italiana; me dice mucho de la dimensión universal de la Iglesia, aunque si mi cultura es diversa de aquella italiana, hemos podido crear armonía, amistad y fraternidad en el camino de nuestra vida monástica. Hay también un monje polaco, y los italianos son de diversas regiones, lo que enriquece aún más nuestra comunidad.
¿Cómo vienen desarrollando sus actividades al interior y hacia el exterior de la Abadía?
–Padre Gabriel Ola: Nuestra Abadía, se rige sobre todo por el ritmo monástico, que señalaba antes, aunque de casa en casa pueden haber variaciones funcionales. En nuestro caso, además tenemos una Basílica-Santuario, lo que le da un rostro muy particular; allí las confesiones son frecuentes, tanto de fieles como del clero diocesano, pero también de jóvenes que buscan la dirección espiritual. Hay muchos peregrinajes, con visitas de diversas regiones del Véneto, en general de todo el norte de Italia.
¿Cuántas ramas de lo benedictinos hay en el mundo y en su caso, cómo están distribuidos?
–Padre Gabriel Ola: En realidad san Benito no funda una Orden, funda monasterios; será más tarde, en la era Carolingia, cuando san Benito de Aniane agrupará todos los monasterios, unificando el uso de la Regla Benedictina. Históricamente han surgido muchas familias monásticas inspiradas en el ideal benedictino, poco mas de veinte congregaciones en el mundo, de las cuales la nuestra es una de ellas, con el nombre de Congregación Benedictina de Santa María de Monte Oliveto, fundada en 1319 por san Bernardo Tolomei.
Supimos que hace poco se integró un presbítero diocesano italiano a su comunidad… ¿Cómo así?
–Padre Gabriel Ola: Fue un gran momento de gracia para nuestra comunidad, el ingreso como postulante de un presbítero diocesano de Cerdeña. Es una gracia que comporta a la vez una gran responsabilidad, al formar en la vida monástica, a un hombre que ya está formado como presbítero. Es un caso previsto en la Regla de San Benito; personalmente te toca aquel deseo profundo de Dios, de alguien que ya vive la experiencia de Dios y él mismo ha querido definirla «La llamada en la Llamada».
Si alguien se sintiera atraído por la vida benedictina y quisiera hacerse monje, ¿cuál sería el proceso?
–Padre Gabriel Ola: Primero que todo, el contactarnos periódicamente, quizás compartir un momento de oración, una jornada en Abadía, y luego transcurrir un periodo más prolongado. Esto con la ayuda de un guía al interno de la Abadía, pero igualmente con el confrontarse de su propio padre espiritual o de su confesor. Luego dejarse iluminar del Espíritu, para poder ver en la fe, si es este el camino al cual el Señor lo está llamando, porque es un proceso de discernimiento vocacional para el que viene llamado.
Finalmente, una curiosidad… ¿dentro de la Abadía pueden leer ZENIT?
–Padre Gabriel Ola: Claro que si. Para nosotros los monjes hoy es importante estar bien informados sobre el camino de la Iglesia, y del mundo, justo para motivar nuestra oración de cada día. Y ZENIT nos ayuda a tener esta visión desde el mismo corazón de la cristiandad. Por ello animo a todos a difundir ZENIT, y a hacerse también solidarios en su sostenimiento.