Una vez concluida en Roma la misa que el cardenal venezolano Jorge Urosa Savino, arzobispo de Caracas, celebró en la iglesia de Santa María ai Monti, por el eterno descanso del alma del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, el purpurado recibió en la sacristía a un grupo de periodistas con los cuales conversó.
ZENIT le preguntó qué ambiente ha encontrado en el Colegio Cardenalicio y si trabajan en armonía. El cardenal respondió: “Ese es el ambiente que hay. No es lo que han descrito algunos medios. Es de gran armonía, encuentro, diálogo, franqueza y de concertación y yo creo que es justamente el ambiente eclesial. Los foros de la Iglesia son muy distintos de los foros de la vida política por ejemplo. Y el ambiente es sumamente fraterno y de gran elevación espiritual”.
Siempre en la rueda de prensa y respondiendo a las diversas preguntas reivindico: “La mayoría de los cardenales estamos muy satisfechos y esa imagen tétrica que dan de la curia es absolutamente falsa, e injusto hacia esa gran cantidad de sacerdotes, obispos y cardenales que allí trabajan. La curia es un organismo de gobierno, humano pero con una grandísima elevación humana y religiosa y una gran competencia para ayudar al santo padre”.
Lamentó que el trabajo de los hombres de Iglesia sea tratado como si fuera de “partidos políticos. Ese no es el ambiente de la Iglesia y de las Congregaciones Generales”.
Sobre los tiempos del cónclave que inicia este martes 12 indicó: “La expectativa es que en pocos días podamos elegir un papa con la ayuda de Dios y abiertos al Espíritu Santo, porque la actitud de los cardenales es esa, muy distinta de lo que una prensa un poco ‘amarillista’ ha querido comunicar”.
“Hay una actitud –prosiguió- de búsqueda de la inspiración de Dios, de diálogo, de consenso, espero que en pocos días podamos elegir con la ayuda del Señor el papa que Dios quiera, para que conduzca el timón”.
A la pregunta, si un latinoamericano podría ser elegido papa, el purpurado con seguridad indicó: “Hay un gran número de cardenales con gran trayectoria y personalidad, y he dicho que lo importante no es de dónde venga sino que tenga la actitud de servir a Dios y unirse a Jesucristo y trabajar por la difusión del Evangelio que es luz, vida y felicidad para todo el mundo”.
Y que los temas difíciles también fueron abordados en las Congregaciones Generales, “porque además de los desafíos positivos se trató también de las dificultades. Una serie de problemas que hay en la Iglesia y en el mundo en los últimos años. Se tocan con gran franqueza porque esos problemas existen y queremos resolverlos”.
Sobre la renuncia de Benedicto XVI, precisó que es necesario entender por qué fue. “Y es porque no tenía ya el vigor necesario, y en un gesto de gran humildad de gran amor a la Iglesia y valentía dimitió, y eso engrandece la figura del santo padre”.
Sobre el próximo papa indicó que todos esperan “que sea un hombre de Dios, un profeta de Jesucristo que impulse la renovación interna de la Iglesia, y la presencia más viva de la Iglesia en el mundo. Por allí van las cosas”.
Sobre la situación de Venezuela precisó que cuando pidió que todo se realice en paz es porque “No se trata de que haya conflictos después de la muerte de Chávez, se trata de que tenemos un país muy polarizado y por ello siempre hay posiciones muy encontradas, y creo que es necesario que todo eso y los conflictos se resuelvan pacíficamente. Orar por la paz siempre es necesario. La paz debe ser construida todos los días en el respeto a los demás, en el reconocimiento de los demás, y por supuesto dentro del marco de las leyes y de la Constitución”.
“Reiteró que recordó en la homilía que algunos obispos estuvieron cercanos al presidente Chávez, que lo protegieron y lo ayudaron incluso para protegerle su vida. Y es bueno recordarlo porque a veces se olvida”, dijo.
Un periodista preguntó si no es que Chávez era anticlerical y persiguió a la Iglesia. A lo que el purpurado cortó: “No voy a entrar en eso, ahora miremos hacia adelante y al bien del país”.