El papa ha visitado esta tarde por sorpresa al cardenal argentino Jorge Mejía en la clínica romana Pío XI. El cardenal Mejía tiene 90 años y por lo tanto es un cardenal no elector. Mejía es archivero y bibliotecario emérito de la Santa Romana Iglesia. El cardenal argentino sufrió hace unos días un infarto e ingresó en la clínica. Esta mañana en el encuentro con los cardenales el papa tuvo unas palabras informando a los presentes que el cardenal argentino se estaba recuperando.
Según ha informado Radio Vaticana, el papa ha dicho al personal de la clínica «rezar también vosotros por mí y gracias por vuestro trabajo con los enfermos y las personas que sufren». Los enfermos y allí presentes con gran sorpresa han aplaudido al pontífice.
Un periodista del vaticano ha entrevistado a sor Clotilde, de la órden de San José de Gerona, que ha acompañado al papa durante la visita a la clínica. La hermana ha contado que el papa se ha detenido a bendecir a los enfermos que estaban allí. Además ha rezado con la comunidad de las religiosas. Cuando el personal de la clínica se ha enterado que el papa estaba allí han acudido y Francisco les ha bendecido. Sor Clotilde ha afirmado que ha sido muy sencillo pero emocionante. Ha bendecido y hablado también con los enfermos de terapia intensiva. Además, la hermana ha definido al papa como una persona muy sencilla que no da sensación de lejanía, y que se siente la necesidad de abrazarle.
