Ayer en la sede de la Conferencia Episcopal Peruana, hemos enviado desde nuestro país el saludo y oración al Papa Francisco, y en todas las Catedrales hemos renovado nuestra adhesión filial.
Al iniciar su ministerio como Obispo de Roma y Pastor de la Iglesia Universal, recordando la imagen de San José, quiere que tengamos un corazón discreto, humilde y fiel para escuchar la voluntad del Padre y seguir a Jesús, camino de vida y salvación.
En un lenguaje sencillo y muy cercano nos invita a ser custodios, es decir cuidar con dedicación este mundo inmenso y bello, obra del Creador; atender con solicitud amorosa a los hermanos que sufren fragilidad y marginación; también para que la familia viva el amor fiel y fecundo y mantener el valor de la amistad.
El Señor cuide a su Iglesia, que para cada momento nos da el Pastor que necesitamos. Para esta América cristiana, nos llena de alegría que el Santo Padre conozca nuestras ilusiones y fatigas, y en el legado de Aparecida nos ayude a ser discípulos de Jesús y valientes testigos de su Cruz.
En el camino de la Pascua 2013, a través de Zenit, desde Ayacucho mi cuatricentenaria Iglesia, llena de tradición y devoción, envío mi saludo en la esperanza que nos descubre el Resucitado.
+ Mons. Salvador Piñeiro
Arzobispo Metropolitano de Ayacucho
Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana