El apartamento pontificio, situado en el Palacio Apostólico, el mismo desde el cual los papas se asoman para rezar el ángelus, el que fue sellado cuando renunció Benedicto XVI, y del cual los sellos fueron quitados por Francisco apenas elegido papa, ahora está listo.
Ha sido objeto de algunas refacciones y pintura en estos días pasados, aprontándolo para cuando Francisco quiera mudarse allí. Pequeñas refacciones, indicó el portavoz del Vaticano padre Federico Lombardi, en una reciente rueda de prensa. De hecho en 2005 había tenido una restauración más profunda, en la que fue incluso cambiando el sistema eléctrico de las habitaciones, siguiendo las normativas de la Comunidad Europea.
Francisco por ahora permanecerá en la residencia de Santa Marta, siempre dentro de los muros de la Ciudad del Vaticano. La misma en la que se alojaron los cardenales durante el Cónclave. Entretanto el papa se ha mudado de la habitación que tenía a la 201, o sea la suite que habría debido hospedarlo apenas elegido papa el 13 de mayo pasado. Es la de los huéspedes especiales.
Además las habitaciones que fueron utilizadas por los cardenales electores “pasaron a los normales huéspedes de Santa Marta”.
El papa tras celebrar la misa cotidiana en Santa Marta indicó su voluntad.
“Al concluir la misa de esta mañana –indicó el portavoz del Vaticano- el santo padre con palabras muy sencillas ha hecho entender que por ahora piensa quedarse a vivir allí en la residencia Santa Marta”.
Añadió que “el papa se mudó desde la habitación que usaba durante el cónclave a un alojamiento más grande destinado normalmente a los huéspedes de honor, y allí tiene además la posibilidad de recibir más fácilmente a personas, porque hay más espacio”.
“Entretanto –prosiguió- para las audiencias y las actividades de la mañana, como encuentros con grupos, audiencias con visitas importantes etc, está usando desde hace varios días el apartamento de las audiencias pontificias en el segundo piso del Palacio Apostólico”.
Y concluyó el portavoz: “Allí está la sala Clementina, la biblioteca privada y otros ambientes propios para las actividades oficiales del santo padre. En cambio para su habitación, vuelve a Santa Marta”.
El apartamento pontificio está compuesto por una capilla grande, una biblioteca, un comedor, el cuarto del papa, que está en la esquina del palacio hacia la plaza, la sala de baño, y un segundo cuarto de huéspedes. Hay una segunda sala en donde está la ventana en la que los domingos se asoma para rezar el ángelus, y otra sala de reuniones.
