Con motivo de las fiestas pascuales, el arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, reflexionó acerca del significado de la resurrección del Señor.
Según informa el canal América TV, el arzobispo Aguer se presentó en el programa “Claves para un Mundo Mejor”, donde indicó que ha comprobado “que a veces se asimila la resurrección de Jesús a las resurrecciones que el mismo Señor ha obrado, como la de Lázaro, la de la hijita de Jairo” y otras explicando que “esas resurrecciones de muertos han sido el volver de ellos a la vida que anteriormente llevaban. La resurrección de Jesús, en cambio no es la mera reanimación del cadáver de Jesús. Es un hecho absolutamente nuevo. Es la humanidad de Jesús que pasa a una dimensión definitiva de la vida en Dios. Ha vencido a la muerte para siempre”.
Luego recordó que el papa Benedicto XVI, en el 2006, utilizó “el lenguaje de la teoría de la evolución” cuando sobre la resurrección de Jesús dice: “es la más grande «mutación», el salto absolutamente más decisivo hacia una dimensión totalmente nueva que en la larga historia de la vida y de sus desarrollos jamás había ocurrido. Es un salto a un orden completamente nuevo, que nos concierne a nosotros y concierne a toda la historia”.
“Estas expresiones “mutación” y “salto”, tienen que ver precisamente con la teoría de la evolución”, destacó, a lo que añadió que “la Resurrección de Jesús es el punto clave de toda la historia humana y de toda la evolución del cosmos. Es el anticipo de lo que será el fin de los fines. Cuando, como dice el apóstol San Pablo, Dios sea todo en todos, o sea cuando la creación haya alcanzado su pleno y definitivo desarrollo. Eso es posible porque Jesús es el hijo eterno de Dios que se hizo hombre y se introdujo en el torrente de la historia humana para transformarla desde adentro. Esa transformación comienza a ser eficaz el día de Pascua, con la Resurrección”.
“Eso es distinto de un simple volver a la vida. No es volver a la vida, sino que es pasar a la dimensión absolutamente, definitiva de la vida, de la plena perfección. La creación entera alcanzó su máxima perfección ya en la Resurrección de Jesucristo. ¿Y ahora que esperamos? Esperamos participar plenamente de esa Resurrección”, agregó el prelado platense. “San Pablo dice también en la Carta a los Romanos que no solamente el hombre, el cristiano que tiene la gracia del Espíritu Santo, aspira a la liberación plena de todas las limitaciones terrestres, a superar la muerte participando de la Resurrección de Cristo, sino que el cosmos, la creación inferior, todo el mundo visible, aspira también a superar la situación de menoscabo a que la somete el pecado del hombre para participar de la gloria que esperan los hijos de Dios”.
Por último, monseñor Aguer señaló que “más allá de todas las expectativas, las esperanzas halagüeñas que podemos desearnos en estos días, nuestra esperanza tiene una meta más alta. Es eso lo que nos deseamos los cristianos cuando nos saludamos, como yo los saludo a todos ustedes ahora: Felices Pascuas.”