Una unión necesaria entre ciencia y fe

Comienza la conferencia en el Vaticano sobre células madre adultas

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Ha comenzado hoy una conferencia de tres días sobre la investigación con células madre adultas en el Aula Pablo VI en El Vaticano. La conferencia está patrocinada por el Consejo Pontificio de la Cultura, así como NeoStem, uno de los desarrolladores líderes en el campo de la terapia celular. El propósito de la conferencia es no sólo discutir los avances científicos en la terapia con células madre adultas, sino también reducir la brecha entre la ciencia y la fe.

El cardenal Gianfranco Ravasi ha abierto el evento saludando a los científicos, investigadores, académicos, médicos y pacientes que se encontraban presentes. Los estudios, que serán tema de las varias discusiones, ha dicho, «tendrán un impacto profundo en la vida de las personas.» «Verán que esta investigación deja un rastro positivo no sólo en las vidas de los pacientes, sino también a sus familias», ha afirmado.

El cardenal Ravasi ha reflexionado sobre tres términos en su discurso de apertura: la cultura, la antropología y la fe. En cuanto a la cultura, el cardenal se refirió al debate entre células madre adultas en comparación con células madre embrionarias, que indica que se trata de un «problema por excelencia dentro de nuestra cultura», que crea una grieta o una división, entre la ciencia y las humanidades.

«La ciencia y nuestras búsquedas antropológicas: estas dos realidades se unen. De lo contrario la ciencia se convierte en ciego, a veces incluso en algo violento «, ha añadido. «Pensemos en las humanidades. Ser intelectual corre el riesgo de pensar que estamos por encima de las personas, que estamos limitados a nuestro cerebro «.

Haciendo hincapié en este punto, el cardenal Ravasi ha citado el mensaje del revolucionario y genial científico Albert Einstein a la humanidad en nombre de la comunidad científica: «Acuérdate de tu humanidad y olvida el resto …»

«Hay que recuperar la importancia que tiene la ciencia con el fin de enriquecer nuestro pensamiento», ha dicho el cardenal Ravasi.

Ciencia y fe

El presidente del Consejo Pontificio de la Cultura ha continuado su discurso centrado en la segunda parte de su argumento: la antropología. El cardenal Ravasi ha hablado sobre las obras de Aristóteles, así como de Platón, quienes hablaron sobre la división del alma y del cuerpo.

La imagen utilizada por Aristóteles en sus obras menores afirma que el alma está ligada al cuerpo como los prisioneros en Etruria eran aprisionados. Los bárbaros etruscos, ha explicado, castigaban a sus prisioneros atándolos cara a cara con un cadáver. «El cristianismo, sin embargo, ha añadido algo nuevo: la Encarnación, la Palabra de Dios y la carne del Hombre», dijo. Al reflexionar sobre el carácter sagrado del cuerpo humano, el cardenal Ravasi ha afirmado que «somos un cuerpo, no somos propietarios de un cuerpo, nosotros somos el cuerpo».

«El trabajo que hacemos para el cuerpo es lo que hacemos para todos los seres humanos. Nuestro cuerpo es el enlace fundamental. Todo lo que hacemos a nuestro cuerpo es para todos los seres humanos «, ha afirmado el cardenal.

Hablando del tercer punto, la fe, el cardenal Ravasi ha contemplado la importancia de la conferencia, que tiene lugar en el Aula del Sínodo, donde hace casi un mes, el Colegio de Cardenales se reunió durante las Congregaciones Generales, antes del cónclave.

«Cada cardenal tenía su propio asiento asignado y experimentamos los momentos de más colegialidad», ha recordado. «El tema de la fe está en el aire en este ambiente. Pero más aún en esta conferencia que está patrocinada por la Santa Sede».

«De hecho», ha continuado, «el cisma que hay que reparar es el de la ciencia y la fe. Y cada vez más hoy en día, la persona humana, que no tiene un sólo un tipo de conocimiento «.

«Piense en el conocimiento del amor, el enamoramiento que tiene su propia gramática y sintaxis, su propia manera de expresarse. Piense en el lenguaje de las artes que nos ayuda a entender la ciencia a través de nuestra visión».

El cardenal Ravasi ha manifestado su esperanza en que las reuniones demuestren lo necesaria que es la unión entre la fe y la ciencia. «La fe sin la ciencia es ciega. La ciencia sin fe es coja», ha comentado.

«El conocimiento de una persona es la unión de dos caminos, a veces este encuentro lleva a la tensión y ésta es la razón por la que me gustaría invocar una imagen». El cardenal Ravasi ha mostrado una imagen de un detalle de la Capilla Sixtina: la mano de Dios tocando la mano de Adán. La imagen, ha afirmado, muestra «la unión entre la figura trascendente de Dios y de la mano débil de la naturaleza humana».

El cardenal Ravasi ha concluido dando la imagen junto con un premio de reconocimiento a la doctora Robin Smith, presidenta de la Stem for Life Foundation y directora ejecutiva de NeoStem, expresando su gratitud por sus esfuerzos en la reducción de la brecha entre la ciencia y la fe con su trabajo en investigación con células madre adultas.

«Una alianza de corazón y mente»

También ha abierto la conferencia sobre la terapia con células madre adultas el obispo Ignacio Carrasco de Paula, presidente de la Academia Pontificia para la Vida. Monseñor Carrasco de Paula ha dicho que la investigación sobre la aplicación de las células madre es «muy prometedora en este momento», aunque no está exenta de problemas.

«El tema del uso terapéutico de las células madre adultas es un reto difícil, con consecuencias económicas, éticas y clínicas. Y en este momento, los problemas que he visto que son insuperables son los de las embrionarias.

El obispo Carrasco ha dicho que siente que las expectativas de la Iglesia católica respecto a la investigación con células madre no se entiende, sobre todo en la lucha contra las enfermedades. Sin embargo, ha afirmado, «en este momento, creo que hemos demostrado que la Iglesia no está en contra de la investigación científica.»

«Hay espacio para una posible amistad entre ciencia y fe», ha continuado. «La fe se basa en las palabras, en la confianza, la ciencia se basa en la verificación de los hechos. Ellos son muy diferentes, pero no enemigos. La fe católica no tiene nada en contra de las células madre. Son una parte del mundo biológico en el que vivimos. Son una manifestación del poder de Dios, del potencial humano».

Monseñor Carrasco ha señalado que si bien la investigación científica sobre las células madre es alentadora para las personas, a la Iglesia también le gustaría añadir su opinión acerca de la investigación.

El impacto cultural de los debates sobre la investigación con células madre adultas, ha afirmado, «va a ser profundo y tendrá un impacto en la calidad de vida de nuestros pacientes».

«Creo que esto debe convertirse en un verdadero punto de referencia para nuestra sociedad. Debemos construir una alianza entre el corazón y la mente. Nuestros pacientes están profundamente agradecidos con nosotros», ha concluido.

Traducido del inglés por Rocío Lancho García

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Junno Arocho Esteves

Newark, New Jersey, USA Bachelor of Science degree in Diplomacy and International Relations.

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