Alegría en la Iglesia por la no aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo

Rechazado el proyecto en el Senado colombiano por fuerte mayoría

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La Iglesia católica recibió con alegría la decisión del Senado de no aprobar el proyecto de ley, sobre “matrimonio” igualitario en Colombia

Con 51 votos en contra y 17 a favor el Senado colombiano rechazó este miércoles el proyecto de ley de unión entre parejas del mismo sexo, denominada ‘matrimonio igualitario’.

El parlamentario autor del proyecto, Armando Benedetti, del mismo partido del presidente Juan Manuel Santos, dijo que si se hundía esta iniciativa, quedaría probado que el Congreso no sirve para nada.

El cardenal Rubén Salazar, presidente de la de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), instó a los senadores a proteger el verdadero matrimonio entre hombre y mujer. «Nosotros como Iglesia –precisó el purpurado- expusimos claramente el sentido que tiene el matrimonio y cómo equipararlo al homosexual afectaría la construcción misma de la sociedad».

El cardenal reiteró que la Iglesia favorece «la familia como la unión permanente santificada por el Sacramento del matrimonio entre un hombre y la mujer, que ofrezca la posibilidad de que los niños crezcan en un ambiente de seguridad afectiva y que les permita adquiriendo todos aquellos elementos que les permitan poco a poco ir creciendo e incorporarse a la plena vida ya como adultos».

El voto del Senado, entre tanto no elimina que los juzgados y notarías, por disposición de la Corte Constitucional, a partir del próximo 21 de junio deban ofrecer a las parejas del mismo sexo la posibilidad de «formalizar y solemnizar su unión mediante vínculo contractual».

Monseñor José Daniel Falla Robles, secretario general de la CEC, afirmó: «En temas fundamentales no podemos pensar en irnos al vaivén de los deseos o gustos de unos grupos, hay que entender que existen principios fundamentales, valores esenciales que deben permanecer en el tiempo para tener una patria sólida y estable».

Y solicitó a la Corte Constitucional actuar con “coherencia porque finalmente es la voluntad del pueblo la que ellos tienen que respetar y la voluntad sobre todo manifestada y escrita en la Constitución Nacional, la cual no se puede cambiar».

Y añadió: «Esperamos que ellos (la Corte) actúen en consonancia para que no estemos desestabilizando la institución familiar ni el matrimonio. La familia y el matrimonio son la base de la sociedad por lo que nosotros no debemos estar cambiándola al gusto, o por presiones bien sea económicas o sentimentales de un grupo de personas».

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ZENIT Staff

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