Sigue celebrándose en Córdoba el Congreso Internacional de San Juan de Ávila que vive hoy su tercera jornada. Ayer tuvo lugar la segunda jornada del evento que se ceebra del 25 al 28 de abril, en la diócesis de Córdoba. Las ponencias de la segunda jornada se centraron en la misión, la vocación sacerdotal y la doctrina avilista.
Ayer se celebró una jornada intensa de trabajo profundizando en la figura del nuevo Doctor de la Iglesia Universal desde diversas perspectivas: contextual, sacerdotal y bibliográfica.
José Martínez Millán de la Universidad Autónoma de Madrid inició la sesión académica con una ponencia sobre: “Las dos ediciones del Audi filia: el contexto político y religioso”. El conferenciante trazó un recorrido por su biografía donde la Universidad de Salamanca, el contacto con la nobleza castellana como el de Sancha Carrillo, a quien dedica el Audi Filia, y otros factores como la creación de instituciones de carácter social, la Inquisición y el Renacimiento italiano manifiesto en la cultura, son los que conforman el contexto donde se gesta la obra del nuevo Doctor de la Iglesia. Asimismo, destacó que más allá de la teoría, “Juan de Ávila se coloca a la vanguardia de la reforma eclesiástica”, pues él y sus contemporáneos fueron considerados como “pioneros de la espiritualidad reformista”.
Saturnino López Santadrián de la Facultad de Teología de Burgos se centró en: “El beneficio de Cristo en San Juan de Ávila”. Influenciado por el realismo lógico, san Juan de Ávila habla de que “el hombre tiene la vida, el ser, el sentir y el saber para qué lo tiene por lo que su débito se corresponde con Dios”. Además el teólogo habló de la repercusión del Tratado del Amor, pues “es lo único con lo que podemos corresponder”, relacionado con la dimensión esponsal que tendrá toda la corriente espiritual que influye en el pensamiento del Maestro Ávila, junto al misterio de la Redención y la gracia de la Santificación, de la que distingue entre “el ser y el bien ser” de san Juan de Ávila. Y afirma: “San Juan de Ávila alentaba a sus penitentes con la redención del sumo beneficio”. Y finalizó aclarando la certeza de la justificación de la salvación contraria al pensamiento de Lutero.
Juan Esquerda Bifet de la Universidad Urbaniana de Roma explicó cómo “Ser sacerdotes desde los amores de Cristo a través de la herencia sacerdotal de San Juan de Ávila”. “El sacerdote está llamado a dar el amor de Dios” y “todos somos responsables de los dones recibidos”, una invitación que también ha hecho actualmente el papa Francisco. Relacionó el Tratado del Amor de Dios con la doctrina del Maestro Ávila, una relación que transmite “la sensación de entrar en los sentimientos sacerdotales de Cristo”. Trató la cuestión de que “la Iglesia es esposa de Cristo” y que “cada cristiano es la exégesis viva del Evangelio”, coincidentes ambas concepciones con la renovación posconciliar de Trento. Y abordó la naturaleza misionera de la Iglesia, indicando que: “el amor apasionado por Cristo lleva al anuncio apasionado de Cristo”.
El catedrático Santiago García Jalón de la Universidad Pontificia de Salamanca respondió a la pregunta: “¿Qué Biblia usó San Juan de Ávila?”, a lo que añadió otra cuestión: “¿Si Juan de Ávila leía los textos en latín o las traducciones en lenguas romances?”. Puede ser que “Juan de Ávila leyera una traducción del primer cuarto del siglo XV, influenciado por la Escuela Franciscana”, afirma García Jalón, pero que “a la hora de adoptar criterios hermenéuticos Juan de Ávila reproduce las palabras de San Buenaventura”. El ponente sostiene la lectura de Juan de Ávila de textos latinos, lo que nos lleva al debate sobre la utilización de las lenguas vernáculas. Al mismo tiempo, el conferenciante destacó que el siglo XVI es el siglo de la filología hebrea debido al creciente interés por conocer esta lengua.
La tarde se inició con la intervención del obispo venezolano de San Cristóbal Mario del Valle Moronta, canciller de la Universidad Católica del Táchira quien presentó a san Juan de Ávila como precursor de la nueva evangelización. Con una ponencia titulada: “San Juan de Ávila, profeta de la evangelización”, monseñor Moronta abordó el amor a Cristo y a la Iglesia y ha destacado que para poder ser fieles en la misión hay varias exigencias: “ver la vida cristiana como un camino de conversión, el anuncio de la palabra frente a la ignorancia religiosa y la opción preferencial por los pobres”. Finalmente, habló de la vida de santidad de san Juan de Ávila “cuya doctrina no sólo avivaba la formación sino la atención pastoral a los niños y aldeanos”. Y añadió: “Desde mi región destaca el influjo que tuvo san Juan de Ávila en los misioneros de América como en su patrono: Santo Toribio de Mogrovejo. Además, indicó que en san Juan de Ávila podemos reconocer “un maestro de la nueva evangelización”. En este sentido, dijo: “Hoy vemos en san Juan de Ávila lo que fue ayer, el Apóstol de Andalucía pues “supo oler a las ovejas”. Hoy “Andalucía es más grande, tenemos que ser apóstoles y tener la osadía de san Juan de Ávila” y así exhortó: “Fruto de este congreso debe ser el deseo de imitarlo”, pues “los tiempos de la nueva evangelización son los tiempos de la renovación del Concilio Vaticano II”.
Francisco Javier Díaz Lorite, del Estudio Teológico de Jaén, expuso la vinculación del nuevo doctor de la Iglesia con la diócesis vecina y destacó su propio descubrimiento de este “gigante de la santidad”. Mediante una ponencia titulada: “Hacedlo todo por amor de Dios”, continuando con la argumentación de la mañana, sobre su escrito Tratado del Amor, afirmó que “el amor de Dios es el hilo conductor de la doctrina de san Juan de Ávila, concretamente, el amor trinitario. Desde la perspectiva cristológica explicó el pensamiento teológico de san Juan de Ávila quien se sintió perdonado, amado y consolado durante los años en que estuvo en la cárcel. También destacó su pedagogía centrada en la vida cotidiana, comentando: “que unas veces queremos a Dios pidiéndole algo a cambio y otras veces sin esperar nada”. Finalmente desarrolló la razón teológica por la que san Juan de Ávila entiende el amor al prójimo: “porque amo a Dios amo al prójimo”.
Gloria Irene Álvaro Sanz, catedrática de Lengua y Literatura en Valladolid, expuso: “Luz de la Palabra, San Juan de Ávila Doctor de la Iglesia Universal”. Abordó las obras literarias de los intelectuales de la España contemporánea al Maestro. Un Siglo de Oro de las letras que no lo fue en el ámbito económico, social ni religioso. Explicó que el propio san Juan de Ávila afirmaba que “en tales tiempos estamos que ninguna cosa debemos de tener por segura salvo que Dios no abandona”. Y mencionando las más de cien cartas a modo de ideario espiritual destinadas a mujeres, san Juan de Ávila se constituye en un “excelente comunicador” donde según describe la experta, se dirige a sus destinatarias con consejos consoladores y argumentativos apoyados en las Sagradas Escrituras.
Manuel Ruíz Jurado, jesuita de Sevilla, habló sobre: “El discernimiento vocacional según San Juan de Ávila”, trazando su influencia en el pensamiento reformista del estado eclesiástico. Al examinar las causas y remedios de las herejías, san Juan de Ávila hacía referencia al discernimiento necesario para que los clérigos cumplan “las buenas leyes”, indicó el profesor. E incidió en la necesidad de “abrirse a la confianza en Dios por razones de fe”, a la hora de cuidar la elección de los ministros de Cristo. De igual modo hizo referencia a la vocación sacerdotal en la actualidad donde existen jóvenes con “verdadero celo apostólico”.
Cerró la jornada Francisco Juan Martínez Rojas, Profesor del Estudio Teológico y Deán de la Catedra
l de Jaén, quien ha expuesto: “La Universidad de Baeza y San Juan de Ávila”.