Durante los últimos meses en el entorno de la Iglesia se habla mucho de Nueva Evangelización, los instrumentos necesarios, las técnicas, los nuevos modos de lenguaje... Una Nueva Evangelización que debe llegar a todos, incluidos los más pequeños de la casa. En Rímini, en el Asamblea Nacional de Renovación Carismática, desde hace 15 años organizan un encuentro pensado especialmente para los niños y preadolescentes a la par que los "mayores" tienen su Asamblea, celebrada este año del 25 al 28 de abril.
Cinzia Torre Paiella, una de las responsables del encuentro de los niños, ha contado a ZENIT cómo se han organizado este año para hacer llegar a los niños entre 3 y 13 años el mensaje del Evangelio de un modo adaptado a su edad. Este año se han reunido 800 niños a los que se ha dividido en 3 grupos, de 3 a 6 años (escuela materna), de 7 a 10 (escuela elemental) y de 11 a 13 (escuela media). Cada grupo tiene su lema, sus actividades, sus momentos de oración y alabanza. Una de cosas más importante, ha explicado, es utilizar un lenguaje propio a su edad. Hay que anunciarles la Palabra igual que al resto a la Asamblea, pero es necesario comunicar a los niños de una forma que ellos puedan entender.
Esta iniciativa nació como respuesta a una necesidad de las familias de los grupos. "Los niños acudían a la Asamblea con sus padres y se pasaban todo el tiempo correteando por los pasillos" de esta forma entendieron que era necesario dedicar un espacio para ellos y aunque comenzó como una "guardería" después vieron la oportunidad de que ese momento fuera para evangelizar a los niños. "Y cuando estos niños volvían a sus ciudades contaban lo que habían vivido y al año siguiente se traían a sus amigos", cuenta Cinzia.
Y los frutos de estos encuentros son reales, muchos niños reconocen que "se han sentido en familia" y padres que cuentan que han notado "un cambio a mejor" en sus hijos después del encuentro.
Los más pequeños han trabajado en torno a la idea de "transmitir y escuchar la fe" y lo han hecho a través de cuentos. Por su parte, los niños de la escuela elemental han jugado "a buscar la fe especial", durante estos días se han convertido en pequeños astronautas que pertenecían a la NAGA (no te desanimes Jesús te ama, del italiano Non Abbatterti Gesù ti Ama). Sin embargo, los más mayores han "montado una tienda de la fe", jugando a acampar han entendido que si ellos plantan la tienda de la fe, otros podrán acudir.
Un elemento de trabajo muy importante del trabajo de evangelización con los niños es la música y los cantos. Es un lenguaje sencillo con el que ellos pueden entender y orar más fácilmente, ha explicado.
Todo esto se realiza sin olvidar lo más importante que son los momentos de oración y de compartir directamente la presencia de Dios. "Ha habido momentos de oración muy fuertes e intensos. La misa la hemos realizado también ambientada a la edad de cada grupo y por supuesto hemos tenido adoración eucarística" ha recordado Cinzia.
Ha afirmado también que "otro fruto que se puede ver del trabajo estos días son las fuertes uniones que se crean, tanto de los niños con los animadores como de los animadores entre ellos. Hemos visto a algunos de los adolescentes que han sido voluntarios como han crecido y madurado". Y ha añadido "alguno de los adolescente que este año ha sido el primero que servía como animador con los niños nos contaban que otros años al salir de la Asamblea por las noches estaban cansados pero este año al volver al alojamiento por las noches seguían cantando y rezando".
Y para poder mantener estos vínculos entre los niños y continuar la labor de evangelización con ellos, durante el año la Renovación Carismática Católica organiza encuentro a nivel regional.