Mons. Sebastián: 'Nunca he esperado ser cardenal, ni lo he deseado'

Al nuevo purpurado español le sorprendió que cuando conoció a Bergoglio hace unos años, le dijese que era discípulo suyo porque había leído lo que él había publicado

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El arzobispo emérito de Pamplona, Fernando Sebastián Aguilar, ha reconocido que no esperaba su nombramiento como cardenal. «El nombramiento me llena de satisfacción y a la vez, tengo que confesar, me avergüenza un poco. Porque yo estoy seguro de que hay otros muchos que han hecho tantos o más servicios que yo a la Iglesia», ha asegurado Mons. Sebastián en la rueda de prensa que ha tenido lugar hoy en el Obispado de Málaga.

Durante media hora, el prelado ha respondido a las preguntas de los periodistas y ha manifestado su agradecimiento al pontífice argentino por el nombramiento que le convertirá en cardenal de la Iglesia el próximo 22 de febrero. «Lo valoro mucho. Tengo 84 años y a esta hora no esperaba nada de nadie, en cambio el Papa ha tenido este gesto de amabilidad y de reconocimiento», ha señalado. 

El cardenal electo ha contado cómo conoció el anuncio de su nombramiento de forma inesperada, cuando participaba ayer en la Fiesta del Bautismo del Señor en la Catedral de Málaga. «Subí a casa y tenía un montón de llamadas en el teléfono y de e-mails de todos los medios posibles. Ayer estuve, salvo la media hora de comer, todo el rato contestando llamadas, hasta la una de la mañana, de personas de todas partes que me felicitaban y me mostraban la alegría por mi nombramiento», ha apuntado.

También ha relatado cómo ha escrito una carta al papa Francisco expresándole su gratitud: «El servir a la Iglesia en servicios importantes como yo he tenido la oportunidad de hacer es un premio para uno mismo. Yo estoy muy contento y muy orgulloso de haber podido hacer lo que hecho; y sólo lamento no haber hecho más y mejor. Entonces, con esa especie de fondo, de sombra, yo estoy muy contento, muy agradecido y así se lo he manifestado al Santo Padre en una carta que le he escrito esta madrugada, cuando me he despertado».

Sobre las nuevas tareas que le esperan, Mons. Sebastián ha explicado que «los cardenales son, generalmente, colaboradores personales del Papa y consejeros del Papa en los temas más delicados y más importantes de la Iglesia. Supongo que algo de todo esto tendremos que hacer».

Además, el arzobispo emérito ha recordado que «el Papa, siendo cardenal arzobispo de Buenos Aires, vino a dirigir los ejercicios espirituales a los obispos españoles, a los cuales yo asistí, y tuve interés de ir a saludarle. Entonces yo era comisario pontificio de Lumen Dei, que tenía varias comunidades en Buenos Aires y quería hablar de ello con el cardenal Bergoglio. Mi sorpresa fue cuando voy a su despacho y me dice: «Hombre, Monseñor Fernando Sebastián. Soy discípulo suyo, si yo he leído todo lo que usted ha publicado”. Yo le dije que me sentía muy honrado, que me alegraba mucho. Eso ya creó una cierta cercanía entre nosotros. Luego, cuando le hicieron Papa, le escribí, le felicité y tuve oportunidad de ir con D. Jesús Catalá en peregrinación diocesana. Le dejé mi libro sobre la fe y otra vez que fui a Roma también tuve ocasión de hablar con él. Le tengo una gran estima y una gran admiración porque realmente es un hombre de muchísimos valores».

Por último, Mons. Fernando Sebastián ha aseverado que «nunca he esperado ser cardenal, ni lo he deseado, incluso ahora me cuesta un poquito de sacrificio el meterme en esta danza. Y en la Iglesia trabajamos siempre a fondo perdido. Es decir, yo nunca he tenido sensación de que con mi trabajo en la Iglesia merecía ningún reconocimiento. Yo he trabajado por mis convicciones y porque creo que Jesús es verdaderamente lo mejor para la Humanidad. Y porque me parecía importante el poder colaborar con la Iglesia en el anuncio de Jesús para el bien de mis hermanos».

El arzobispo emérito de Pamplona ha sido durante décadas una de las personalidades más destacadas de la Iglesia en España. En la Conferencia Episcopal, Mons. Fernando Sebastián ha desempeñado tareas de gran calado: secretario general (1982-1988), vicepresidente en varios mandatos (1993-1999 y 2002-2005) y representante del episcopado español en importantes sínodos convocados en Roma. También ha sido redactor de gran parte de los documentos elaborados por los obispos en los últimos años.

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ZENIT Staff

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