El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pronunció ayer su quinto discurso desde que asumió en el 2009. Empleo, igualdad de oportunidades, aumento del salario mínimo, pobreza, inmigración y política exterior, fueron los principales temas abordados por el mandatario.
La reforma migratoria es uno de los asuntos más espinosos que enfrenta la actual administración presidencial, con un avance importante el año pasado tras la aprobación en el Senado de un texto bipartidario, que entretanto no pasó en la Cámara de Representantes, de mayoría republicana.
En el discurso de este año, Obama pidió una vez más la aprobación de la reforma migratoria, señalando que esto generará beneficios económicos para el país. Y precisó que este punto es imprescindible para «arreglar un sistema de inmigración que está roto». La mención a la reforma migratoria, aunque fue de solamente dos minutos, despertó una ovación y numerosas personas del pleno del Congreso aplaudieron de pie, incluso el líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, Eric Cantor.
La Iglesia en Estados Unidos se encuentra identificada con la necesidad de dar una salida legal para los aproximadamente once millones de inmigrantes indocumentados que allí viven y trabajan, prácticamente sin tutela legal o médica. La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos ha reafirmado su claro apoyo a un proyecto de ley integral.
El papa Francisco recibirá el próximo 27 de marzo al presidente Obama. La visita ya ha sido confirmada tanto por la Casa Blanca como por el Vaticano, y uno de los temas en agenda que el Santo Padre hablará con el mandatario estadounidense será este de la inmigración.
Uno de los principales defensores de la reforma migratoria en Estados Unidos, es el arzobispo de Los Ángeles, José Gómez, nacido en México y que logró regularizar su posición en los años cuarenta. El prelado en una conferencia durante la celebración del 5 al 11 de enero de la Semana Nacional de la Migración, en el Centro de Conferencias del Rotary Club de Los Ángeles, pidió un enfoque más humano hacia los inmigrantes porque “son siempre y ante todo, seres humanos”. Y tras recordar la difícil situación en que viven los inmigrantes, especialmente los niños, añadió: “Estamos hablando de almas, almas humanas, no números o estadísticas, de padres de familia que, sin previo aviso, no volverán a casa para la cena de esta noche. Son padres que no pueden ver a sus familias durante una década”.
En su discurso de ayer Obama invitó al Congreso a aprobar “en este año 2014” la reforma migratoria. “Si somos serios sobre el crecimiento económico, es el momento de reformar finalmente nuestro sistema de inmigración”, dijo. Y añadió: “Los republicanos y los demócratas en el Senado han trabajado. Se que los miembros de ambos partidos en la Cámara de Representantes quieren hacer lo mismo. Luego procedamos para aprobar la reforma este año”.
Una novedad indicativa del peso que la comunidad latinoamericana está teniendo en Estados Unidos es que el discurso anual del presidente Barack Obama se ha transmitido por primera vez en vivo a través de su cuenta de Youtube con subtítulos en español.
En un comunicado previo de la Casa Blanca, aunque el presidente no lo dijo en el discurso, se leía «tenemos que seguir fortaleciendo nuestra seguridad fronteriza, así como continuar tomando medidas contra los empleadores que contratan a trabajadores indocumentados, y proporcionar un camino merecido a la ciudadanía para que los inmigrantes paguen una multa y los impuestos, que aprendan inglés, y que superen una verificación de antecedentes».
Otro de los temas fue el aumento del salario mínimo, de los 7,25 dólares la hora a 10,10 dólares la hora porque «ayudará a las familias» y hará que los consumidores «tengan más dinero para gastar».