El arzobispo de Caracas, cardenal Jorge Urosa, ha lamentado este lunes el clima de crispación existente en Venezuela. Ante esta situación, el purpurado venezolano ha afirmado que el diálogo «necesario y posible» debe proseguir y ha reiterado la disposición de los obispos a mediar.
«Podemos hacer un papel importante como facilitadores con nuestra actitud de hermanos, padres y amigos de todos, de que no estamos buscando poder político (…); sí, estamos dispuestos (a mediar) y lo hemos reiterado», ha declarado el arzobispo de Caracas.
En una entrevista publicada ayer en el diario caraqueño El Nacional, el cardenal Urosa ha deplorado la treintena de muertes que ha dejado «una violencia que no tenía que suscitarse».
Además, ha subrayado que «la violencia, la represión y el vandalismo no son los caminos para resolver los problemas».
Del lado del Gobierno, ha apuntado, «ha habido un uso excesivo de la fuerza» y hay funcionarios de los organismos de seguridad «que han participado en la muerte de varios ciudadanos». También «se ha cometido un error al autorizar a civiles a actuar en la represión y disuasión de las manifestaciones», ha asegurado.
Con respecto a la oposición, el presidente de honor de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) ha criticado que no haya «llamado suficientemente a sus seguidores a evitar la violencia». «No estoy de acuerdo con las barricadas -ha indicado-. Por lo menos tres personas han fallecido en barricadas» levantadas en las calles por grupos que operan en momentos en los que la oposición evidencia «mucha confusión» y no se ha planteado «objetivos específicos».
En este contexto, ha insistido en que «el diálogo es necesario y es posible» y que «la postura de los obispos es una: la necesidad del diálogo, rectificación y encuentro».
La CEV «acudió a la Conferencia Nacional por la Paz» convocada por el presidente Nicolás Maduro, ha recordado, lo que «estuvo muy bien porque fue un inicio». Pero ha exhortado a que estas conversaciones continúen «con cosas más concretas».
Al referirse a los asuntos que deben tratarse, el arzobispo de Caracas ha citado «el problema de los medios (de comunicación); que haya un verdadero desarme, porque uno de los principales problemas es la inseguridad, el hecho de que todos estamos en peligro de ser asaltados, secuestrados, atacados y asesinados. También está el desabastecimiento».
«El país necesita de todos» y el Gobierno «está obligado a sentarse con todos los sectores, a tener en cuenta las aspiraciones de la gente y a resolver las dificultades del pueblo», ha recordado.
Para ello, el cardenal Urosa ha pedido a Maduro «bajar el tono del discurso, que es ofensivo y emotivo, que es hablar con el puño cerrado».
El Ejecutivo venezolano ha desplegado ayer un fuerte dispositivo policial en el este de la capital en un intento de poner fin a las protestas en este bastión opositor.
Por su parte, la oposición ha convocado este martes una marcha cerca de la prisión militar de Ramo Verde, a las afueras de Caracas, al cumplirse un mes de la detención del dirigente Leopoldo López.
Ya son 29 las personas que han perdido la vida en hechos vinculados a las protestas iniciadas el 12 de febrero contra el Gobierno, quien las achaca a un plan de golpe de Estado en su contra.