Ayer arrancaron en Barbastro (Huesca) las II Jornadas Martiriales, que se prolongarán hasta esta sábado. Llevan por título “Educadores de la juventud y del pueblo” y, por segundo año consecutivo, pretenden difundir y dar a conocer la vida y obra de los mártires españoles, que murieron por su fe durante la persecución religiosa de los años 30 del siglo pasado.
En la jornada inaugural, el obispo de la diócesis de Barbastro-Monzón, monseñor Alfonso Milián destacó que “Barbastro es tierra santificada por los mártires”.
Por su parte, el director del Museo de los Mártires Claretianos de Barbastro, el padre José Beruete explicó que estas jornadas suponen dar “a conocer la historia de los mártires con serenidad, paz y tranquilidad”.
Y el historiador Martín Ibarra, presidente de la Comisión Histórica para la Causa de los Mártires de la diócesis de Barbastro-Monzón y principal responsable de la organización de estas Jornadas, ha destacado que de los mártires del siglo pasado “se puede aprender mucho” para mejorar la sociedad.
A lo largo de estos tres días se pronunciarán diferentes conferencias y ponencias, se presentarán libros, habrá mesas redondas y se proyectará la película “Bajo un manto de estrellas”, dirigida por el cineasta Óscar Parra de Carrizosa. Entre los asistentes, cabe destacar la participación del catedrático Santiago Arellano.
El programa previsto para este viernes por la tarde cuenta con la intervención del obispo auxiliar de Madrid, monseñor Juan Antonio Martínez Camino, quien hablará sobre “Los mártires del siglo XX y la nueva evangelización”.
Además, Martín Ibarra presentará el “Diccionario de la diócesis de Barbastro-Monzón (1931-1936)” en el centro de congresos de esta localidad aragonesa.
Una de las grandes novedades, respecto a la edición del pasado año, será el I Concurso nacional de cortometrajes martiriales, en el que se premiarán los tres mejores trabajos cinematográficos sobre la vida de mártires. En esta ocasión, se han presentado a concurso catorce cortos.
Hoy también se dará a conocer una nueva canción martirial compuesta por las religiosas de la Orden de Hijas de María Nuestra Señora, del Colegio “Compañía de María” de Talavera de la Reina.