El Santo Padre ha llegado al helipuerto de Jerusalén entorno a las 18.15, allí ha sido recibido por el alcalde de la ciudad, Nir Barkat y por el entusiasmado grupo de estudiantes que agitaban las banderas israelí y vaticana.
Y desde allí, el Papa se ha dirigido en coche al encuentro privado con el patriarca ecuménico de Constantinopla Su Santidad Bartolomeo, el cual, acompañado por tres altos dignatarios, es acogido por el delegado apostólico en Jerusalén y Palestina, monseñor Giuseppe Lazzarotto.
El encuentro del Santo Padre con Bartolomeo inició a las 18.30 y han estado presentes también el cardenal secretario de estado Pietro Parolín y el presidente del Consejo Pontificio para la promoción de la Unidad de los Cristianos, el cardenal Kurt Koch.
Tras el intercambio de regalos y el momento de encuentro privado, el Santo Padre y el Patriarca Ecuménico han firmado un declaración conjunta. El padre Pierbattista Pizzaballa, de la Custodia de Tierra Santa indicó que el encuentro ha sido en un clima de gran amistad.
Al finalizar, el Papa se ha trasladado en coche al Santo Sepulcro, mientras que el Patriarca ecuménico ha sido acompañado en coche hasta el Patriarcado Greco-Ortodoxo y después al Santo Sepulcro.
El Santo Sepulcro es el lugar donde es el encuentro ecuménico con ocasión del 50 aniversario del encuentro en Jerusalén entre el papa Pablo VI y el patriarca Atenagora. Allí, el papa Francisco dará su último discurso de la jornada, la segunda en su peregrinación a Tierra Santa.
Francisco ha regalado al Patriarca Bartolomeo un Codex Pauli, dedicado al papa Benedicto XVI que ha instauró el Año Paulino. El Codex incluye las contribuciones inéditas, realizadas a propósito, del patriarca Ecuménico de Costantinopla; su santidad Kirill, patriarca de Moscú y de Todas las Rusias; S.B. Gregorio III, patriarca melkita de antioquía y de todo Oriente; el cardenal Tarcisio Bertone, anterior secretario de estado, S.G. Dr. Rowan Williams, primado de la Comunión Anglicana; el Dr. Eduard Lohse, obispo emérito de la Iglesia Evangélica de Hannover, y muchos otros. La presentación y las introducciones a los escritos paulinos
son del cardenal Gianfranco Ravasi y de notables estudiosos, biblistas y teólogos.
El Codex Pauli es un tomo único de 424 páginas, de 35x48x10 centímetros y de finísima composición.