El Gobierno estadounidense manifestó este lunes su “profunda preocupación” por las detenciones el domingo de unos 90 disidentes en Cuba, entre ellos un grupo de integrantes de la asociación Damas de Blanco, e insistió en que continuará trabajando para que se respeten los derechos de manifestación en la Isla.
Según el último informe divulgado por la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), durante el mes de julio hubo al menos 674 arrestos temporales por motivos políticos en la Isla, la cifra más alta registrada desde junio de 2014, y 21 casos de agresiones físicas durante los arrestos.
“Hemos visto los informes, y nuestro personal en la embajada de La Habana ha confirmado estas detenciones”, indicó John Kirby, portavoz del Departamento de Estado, en su rueda de prensa diaria.
Kirby subrayó la “profunda preocupación” del Gobierno estadounidense por estos arrestos. “Vamos a continuar presionando por los derechos de reunión pacífica, asociación y libertad de expresión, y vamos a seguir expresando nuestro apoyo por la mejoría de las condiciones de derechos humanos y reformas democráticas en Cuba”, añadió.
Estas detenciones –que duraron varias horas– se producen apenas unos días antes de que el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, viaje este viernes a La Habana para izar formalmente la bandera estadounidense en la embajada en Cuba, abierta el pasado mes. Un acto que se sitúa dentro del proceso de normalización de relaciones diplomáticas entre ambos países que permanecían suspendidas desde hace más de cincuenta años.
En diciembre pasado, Washington y La Habana anunciaron que tras 18 meses de conversaciones secretas, con la mediación del papa Francisco, ambas partes estaban trabajando para relanzar sus relaciones diplomáticas y en la reapertura de embajadas. El Pontífice visitará Cuba antes de viajar a Estados Unidos a finales de septiembre.
