Gloria Cecilia Narváez con Papa Francisco. Foto: Vatican News

Captores islamistas golpean a monja por rezar

Una religiosa secuestrada por extremistas musulmanes con vínculos con Al Qaeda ha hablado sobre sus más de cuatro años y medio de abusos mientras estuvo prisionera.

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(ZENIT Noticias / Medellín, 18.01.2022).- Una religiosa secuestrada por extremistas musulmanes con vínculos con Al Qaeda ha hablado sobre sus más de cuatro años y medio de abusos mientras estuvo prisionera.

En declaraciones a la organización benéfica católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), la hermana Gloria Cecilia Narváez, quien fue secuestrada en febrero de 2017 y liberada en octubre de 2021, describió haber sido maltratada por sus captores, diciendo que la golpeaban por orar.

Dijo a AIN que en esos momentos rezaba: “Dios mío, es duro estar encadenada y recibir golpes, pero vivo este momento tal como me lo presentas… Y a pesar de todo, no quisiera que ninguno de estos hombres [es decir, sus captores] para ser dañados”.

La hermana Gloria, de las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada, trató de estar sola para poder recitar los salmos y otras oraciones, pero fue castigada por hacerlo.

En una ocasión, uno de los líderes de los extremistas se enfureció por esto y no solo la golpeó sino que insultó a Dios, diciéndole: “A ver si ese Dios te saca de aquí”.

“Me habló con palabras muy fuertes, muy feas… Mi alma se estremeció con lo que decía esta persona, mientras los otros guardias se reían a carcajadas por los insultos. Me acerqué a él y le dije con toda seriedad: ‘Mire jefe, por favor, muestre más respeto a nuestro Dios. Él es el Creador, y realmente me duele mucho que hables de él de esa manera’. Entonces, los captores se miraron, como tocados por la fuerza de esta simple pero contundente afirmación, y uno de ellos dijo: ‘Tiene razón. No hables así de su Dios. Y se callaron”.

Durante su cautiverio, sus secuestradores la alentaron a adoptar prácticas islámicas. Ella dijo: “Me pidieron que repitiera fragmentos de oraciones musulmanas, que usara prendas de estilo islámico, pero siempre hice saber que nací en la fe católica, que crecí en esa religión, y que por nada en el mundo cambiaría eso, incluso si me costara la vida”.

Hizo hincapié en la necesidad de tolerancia mutua entre los miembros de diferentes religiones: «Si respetamos la libertad de los demás para vivir su religión, entonces podemos recibir el mismo respeto». Y agregó: “Más que palabras, sin embargo, tenemos que defender la fe con el testimonio de vida. Estamos llamados a ser testigos de nuestra fe”.

La hermana Gloria cree que en varias ocasiones fue salvada por intervención divina. Ella describió haber visto una gran víbora dando vueltas alrededor del lugar donde dormía varias veces, pero nunca se acercó a ella, y en otra ocasión, un guardia del campamento intervino repentinamente cuando un hombre amenazaba con apuñalarla.

Sor Gloria dijo que su tiempo en cautiverio le permitió reflexionar sobre su vocación: “Fue una oportunidad que Dios me dio para ver mi vida, mi respuesta a él”.

Dijo que cada día que estuvo retenida por los extremistas fue una nueva oportunidad para agradecer a Dios: “Cómo no alabarte, bendecirte y agradecerte, Dios mío, porque me has llenado de paz ante los insultos y los malos tratos”.

Original de Colombia, la hermana Gloria fue capturado por grupo radical Yama’at Nasr al-Islam wal muslimin el 7 de febrero de 2017 en el pueblo de Karangasso, cerca de la ciudad Koutiala, en la región de Sikasso sur, donde estaba sirviendo a los pobres.

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John Newton

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