(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 17.01.2025).- La Ciudad del Vaticano ha promulgado nuevas y amplias medidas para disuadir el acceso no autorizado. El decreto, promulgado el 19 de diciembre de 2024, introduce sanciones más severas para quienes violen sus fronteras.
Una ciudad más allá de la basílica
Mientras millones de visitantes acuden cada año a la Plaza de San Pedro, la basílica y los famosos Museos Vaticanos, gran parte de la Ciudad del Vaticano sigue estando estrictamente prohibida. Las mayores restricciones son una respuesta a las crecientes preocupaciones sobre posibles amenazas e incursiones no autorizadas en áreas vitales para las operaciones, la diplomacia y la gobernanza del Vaticano.
El decreto, firmado por el cardenal Fernando Vérgez, LC, presidente de la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano, redefine el marco legal que rige el acceso. Destaca que la Ciudad del Vaticano no es solo un lugar de peregrinación, sino también un estado soberano con fronteras que exigen respeto.
Nuevas sanciones: multas económicas y penas de prisión
Según las normas actualizadas, las multas por entrada no autorizada van desde los 10.000 euros hasta los 25.000 euros. En casos más graves, como la entrada con violencia, amenazas o engaños, los infractores se enfrentan a penas de prisión de uno a cuatro años.
Se aplican sanciones adicionales a quienes utilicen permisos vencidos o no cumplan los requisitos de entrada, con multas administrativas de entre 2.000 y 5.000 euros. El decreto describe sanciones agravadas para delitos relacionados con armas de fuego, sustancias corrosivas o disfraz, así como para actos cometidos por grupos o individuos en vehículos. En estos casos, las sentencias pueden aumentar hasta en dos tercios.
Drones y zonas de exclusión aérea
La nueva legislación del Vaticano también apunta a las incursiones aéreas no autorizadas, lo que refleja la creciente prevalencia de la tecnología de los drones. Los infractores de la zona de exclusión aérea sobre la Ciudad del Vaticano se enfrentan a penas de prisión de seis meses a tres años y multas de hasta 25.000 euros. Esta medida tiene por objeto salvaguardar las zonas sensibles y evitar la vigilancia o posibles violaciones de la seguridad desde arriba.
Órdenes de exclusión y prohibiciones prolongadas
Una de las características más notables del decreto es la introducción de prohibiciones de reingreso a largo plazo. Las personas declaradas culpables de entrada ilegal pueden ser privadas de acceso al territorio del Vaticano durante un máximo de 15 años. Los infractores de estas prohibiciones podrían enfrentarse a penas de prisión adicionales de entre uno y cinco años.
Esto marca un cambio significativo en el enfoque del Vaticano hacia los infractores reincidentes, subrayando la seriedad de su compromiso con la integridad territorial.
El decreto también acelera los procesos judiciales para aquellos que violen estas normas. El promotor de justicia del Vaticano ahora está facultado para citar a los infractores a comparecer ante el tribunal el día después de su arresto o inmediatamente después de un interrogatorio.
Si bien el Vaticano sigue siendo un epicentro de peregrinación mundial, estas medidas ponen de relieve los desafíos de gestionar un territorio que es a la vez un centro espiritual y un estado soberano. Las nuevas leyes buscan lograr un equilibrio entre la acogida de los fieles y la garantía de que las operaciones críticas y la santidad de la ciudad-estado no se vean comprometidas.
El cardenal Vérgez enfatizó que estas regulaciones no tienen como objetivo desalentar a los visitantes, sino proteger la integridad de la misión de la Ciudad del Vaticano. “La apertura del Vaticano al mundo debe coexistir con la seguridad necesaria para preservar su corazón espiritual y administrativo”, afirmó.
Gracias por leer nuestros contenidos. Si deseas recibir el mail diario con las noticias de ZENIT puedes suscribirte gratuitamente a través de este enlace.