(ZENIT Noticias / Calcuta, 19.01.2025).- La comunidad cristiana se encuentra lidiando con amenazas crecientes a su existencia y sus derechos. Los recientes acontecimientos en Arunachal Pradesh, una de las regiones más diversas y remotas de la India, han suscitado serias preocupaciones entre los defensores de los derechos humanos y las organizaciones religiosas por igual. La decisión del gobierno de aplicar una ley anticonversión latente de 1978 y los constantes llamados a despojar a los cristianos conversos de su estatus de tribu registrada reflejan una estrategia más amplia para frenar el crecimiento del cristianismo entre las poblaciones tribales.
Ley anticonversión: una amenaza que estuvo latente durante mucho tiempo y que revive
Arunachal Pradesh, hogar de 26 tribus principales y más de 100 subtribus, es un crisol de diversidad religiosa y cultural. Sin embargo, la ley anticonversión del estado, inactiva durante décadas, se aplicará en 2025. Originalmente promulgada para frenar las conversiones religiosas «por la fuerza, la inducción o medios fraudulentos», la ley ha resurgido en un contexto en el que los cristianos representan más del 30% de la población del estado, seguidos de cerca por los hindúes y los seguidores de religiones indígenas.
Los críticos argumentan que estas leyes, aunque redactadas en un lenguaje neutral, se utilizan como arma para atacar a cristianos y musulmanes. La legislación exige que cualquier persona que se convierta a otra religión informe del acto a las autoridades locales, lo que abre la puerta a un posible acoso. Los pastores y evangelistas podrían enfrentarse a penas severas, incluso de hasta diez años de prisión, por facilitar las conversiones, un escalofriante factor disuasorio para la libertad religiosa en la región.
Identidad tribal y conversión religiosa: una batalla por los derechos
El quid de la controversia radica en la intersección de la conversión religiosa y la identidad tribal. Las tribus programadas de la India, también conocidas como “adivasis”, tienen derecho a beneficios de acción afirmativa, incluidos escaños reservados en instituciones educativas, legislaturas y empleos públicos. Sin embargo, muchas facciones políticas, en particular las alineadas con el gobernante Partido Bharatiya Janata (BJP) y su matriz ideológica, el Rashtriya Swayamsevak Sangh (RSS), sostienen que la conversión al cristianismo (o al islam) debería descalificar a las personas para obtener tales privilegios.
Este argumento no es nuevo. La Orden Presidencial de 1950 ya negaba beneficios similares a los cristianos dalit y musulmanes, lo que marca un precedente para políticas discriminatorias. Los recientes llamados a extender tales exclusiones a los cristianos tribales en Arunachal Pradesh reflejan una agenda más amplia para marginar a los grupos religiosos minoritarios mientras se consolida la identidad hindú.
Aumento de la violencia y la persecución
El resurgimiento del sentimiento anticristiano no se limita a Arunachal Pradesh. En toda la India, los ataques contra los cristianos están aumentando. Los datos del Foro Cristiano Unido (UCF) revelan 834 incidentes de violencia contra los cristianos en 2024, un marcado aumento respecto de los 734 del año anterior. Estos actos incluyen la destrucción de más de 400 iglesias en Manipur durante la violencia étnica en curso y las “reconversiones” forzadas al hinduismo bajo el disfraz de “ghar wapsi” (“regreso a casa”).
En Manipur, más de 70.000 personas, predominantemente miembros de la tribu Kuki-Zo, han sido desplazadas desde que estalló la violencia en mayo de 2023. Los informes sobre cristianos obligados a firmar declaraciones juradas de renuncia a su fe y la quema de Biblias subrayan la alarmante escala de la intolerancia religiosa.
Una red paralela: el impulso del Hindutva en las zonas tribales
Si bien los misioneros cristianos han trabajado durante mucho tiempo en las regiones tribales de la India, el RSS ha expandido agresivamente su influencia, promoviendo el Hindutva (nacionalismo hindú) como una ideología unificadora. A través de una red de escuelas y organizaciones culturales, el RSS ha buscado asimilar las religiones tribales indígenas a un marco hindú más amplio. Esta campaña ideológica coloca a los cristianos tribales como forasteros, lo que alimenta aún más las tensiones comunales.
La estrategia del RSS refleja sus esfuerzos en otros estados como Odisha, donde la violencia contra los cristianos culminó en los disturbios de Kandhamal en 2008. En Arunachal Pradesh, esta estrategia incluye la promoción del hindi como lengua común y el establecimiento de escuelas afiliadas al RSS para inculcar ideales nacionalistas en las comunidades tribales.
Una encrucijada nacional
Los acontecimientos en Arunachal Pradesh son emblemáticos de una lucha más amplia en toda la India. La constitución laica del país garantiza la libertad de religión, pero las leyes y políticas reflejan cada vez más la creciente influencia de las ideologías nacionalistas hindúes. Para los cristianos de la India, en particular los de las comunidades marginadas, la lucha por la igualdad y la libertad religiosa está lejos de terminar.
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